El alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, pide a la Junta de Andalucía que la Línea 3 Sur del Metro vaya soterrada a su paso por el barrio de Bellavista, al considerar que el trazado en superficie previsto en el Estudio Informativo tendría un impacto relevante sobre la funcionalidad del viario y la integración urbana del barrio.

Esta posición se recoge en el informe de aportaciones elaborado por la Gerencia de Urbanismo y Medio Ambiente del Ayuntamiento de Sevilla al Estudio Informativo remitido por la Consejería de Fomento. En el documento, el Ayuntamiento valora las distintas alternativas analizadas y muestra su preferencia por la denominada alternativa 2B, que discurre por la avenida de Bellavista al entender que es la que mejor articula el servicio a la población ya consolidada del barrio.

No obstante, el informe municipal advierte de que esta alternativa plantea casi dos kilómetros continuos de trazado en superficie por el eje central del viario de Bellavista, desde el cruce del río Guadaíra hasta el Hospital de Valme. Una solución que, según la Gerencia, supone una afección directa a la capacidad y funcionalidad del viario urbano principal, además de generar impactos en la integración del metro en el entorno.

Por este motivo, el Ayuntamiento solicita que el trazado por Bellavista sea preferentemente subterráneo en todo el barrio, o, en su defecto, que se estudien soluciones técnicas que minimicen la incidencia del metro en superficie y favorezcan su integración urbana. Esta petición se enmarca en la defensa de un modelo de infraestructura de transporte de alta capacidad compatible con la estructura urbana existente.

El informe descarta, además, otras alternativas que plantean tramos en superficie en vías estratégicas como la avenida de la Palmera o la avenida de Jerez, al considerar que no son admisibles desde el punto de vista de la articulación urbana y la funcionalidad de estos ejes principales de acceso a la ciudad.

Junto a esta reclamación, el Ayuntamiento plantea una serie de condiciones que deberán abordarse en el futuro proyecto constructivo, como la planificación de desvíos de tráfico, la continuidad de itinerarios peatonales y ciclistas, la afección al arbolado, la coordinación con empresas suministradoras y la integración urbana de estaciones y mobiliario. También se advierte de posibles afecciones a concesiones de ocupación de la vía pública, como kioscos o terrazas, durante la ejecución de las obras.