La Policía Nacional ha accedido ya al contenido del teléfono móvil de Sandra Peña, la menor de 14 años que se suicidó en Sevilla tras ser víctima de acoso escolar. Según ha publicado Diario de Sevilla, los agentes desbloquearon el dispositivo este lunes y han comenzado a analizarlo para esclarecer si, además de los insultos y agresiones verbales sufridos en persona, la adolescente fue también víctima de ciberacoso.
La investigación se centra ahora en determinar si las tres presuntas acosadoras también la hostigaban mediante mensajes o publicaciones en plataformas móvil como WhatsApp o Instagram, lo que podría añadir un componente de ciberacoso al caso de Sandra Peña. De confirmarse, la presión psicológica a la que fue sometida la menor habría sido aún mayor, extendiéndose más allá del entorno escolar.
La consejera de Desarrollo Educativo y Formación Profesional de la Junta de Andalucía, María del Carmen Castillo, ya subrayó la semana pasada que este tipo de agresiones no se limitan al ámbito físico de los centros educativos. En un contexto cada vez más digitalizado, recordó, el acoso puede prolongarse durante todo el día a través de internet y los dispositivos móviles, haciendo aún más difícil para las víctimas escapar de esa violencia.
La investigación continúa abierta mientras la Policía Nacional analiza las pruebas obtenidas del teléfono de Sandra, un paso clave para reconstruir los últimos días de la menor y determinar el alcance real del acoso que sufrió.
