En Sevilla, un matrimonio ha conseguido algo que parecía imposible: borrar de un plumazo más de 140.000 euros de deuda gracias a la Ley de Segunda Oportunidad. Su historia empieza como tantas otras, con un sueño que se convirtió en pesadilla.
Yolanda, en paro, decidió lanzarse al autoempleo y abrió una peluquería con la ayuda de su pareja. Para ponerla en marcha pidieron créditos, micropréstamos y tiraron de tarjetas. Sin embargo, el negocio nunca dio los beneficios esperados y acabó cerrando.
«Trabajábamos mucho, pero cada mes el dinero se esfumaba en los acreedores. Era desesperante», recuerda ella.
Aunque ambos encontraron después empleo, entre el salario reducido de ella y la inestabilidad como autónomo de él, la deuda se convirtió en un pozo sin fondo.
El giro judicial
El Juzgado de lo Mercantil nº 1 de Sevilla acaba de dictar sentencia: 144.941,31 euros quedan cancelados y solo 3.978,67 se someten a un plan de pagos. Un respiro casi absoluto.
La resolución se enmarca en la Ley de Segunda Oportunidad, una norma pensada para quienes han fracasado en un proyecto económico. No se trata de premiar la irresponsabilidad, sino de dar una salida legal a quienes, aun trabajando, no pueden sostener deudas imposibles.
Tras la sentencia, la familia se ha mudado a una vivienda más modesta y reorganizado su vida. «Hoy valoramos más la estabilidad, la familia y las cosas pequeñas. Lo importante es que nuestros hijos nos vean con esperanza y no atrapados en la angustia», dice Yolanda.
La historia ilustra una paradoja muy común: cuando un negocio fracasa, desaparecen los ingresos, pero la deuda permanece intacta, convertida en un lastre que arrastra durante años. La Ley corrige, en parte, esa asimetría.
Una segunda vida
Para este matrimonio sevillano, la resolución no es solo un alivio económico, sino también emocional. Supone la posibilidad de mirar al futuro sin la sombra constante de los números rojos. Un recordatorio de que, a veces, incluso en lo más cotidiano —una peluquería de barrio— se esconden grandes lecciones sobre riesgo, fracaso y la oportunidad de volver a empezar.
