- El PSOE exige una moratoria para frenar el crecimiento de las viviendas turísticas en Sevilla
- Sevilla descarta aplicar la moratoria estatal sobre los pisos turísticos
El debate sobre la proliferación de pisos turísticos en Sevilla ha vuelto a enfrentar al gobierno local y a la oposición. El alcalde, José Luis Sanz (PP), ha asegurado este martes que la moratoria que reclaman los grupos opositores es “inviable por culpa del PSOE”.
El regidor ha explicado que la imposibilidad se debe a una decisión del anterior gobierno municipal: «Cuando el anterior equipo del gobierno modificó el artículo del PGOU, que podía haber decretado esa moratoria, no lo hizo, y no se puede modificar el mismo artículo».
Sanz realizó estas declaraciones tras el acto de apertura al público de la Cripta del Patio de Banderas del Real Alcázar, donde fue cuestionado por los medios. En su intervención, recordó que Sevilla fue «la primera capital andaluza que limitó las licencias de vivienda de uso turístico (VUT) en algunas zonas de la ciudad, fundamentalmente el casco histórico y Triana». Además, insistió en que la mayor parte de la oferta actual no es reciente: «El 80 % de todas esas viviendas de uso turístico, que ahora nos alarman tanto, no son de estos dos años».
La oposición exige medidas más firmes
Las palabras del alcalde llegan apenas unas horas después de que Ismael Sánchez, concejal de Izquierda Unida, criticara que Sevilla figure «a la cabeza del Estado» con 2.289 pisos turísticos ilegales, según datos del Ministerio. El edil calificó esta situación de “vergüenza política” y la atribuyó a la «dejadez» tanto del Gobierno local como del autonómico.
Sánchez reclamó medidas más contundentes: «No basta con denunciar las cifras: hacen falta inspecciones reales, coordinación entre administraciones y una moratoria en la concesión de licencias hasta que se ponga en marcha un plan de choque que proteja a los sevillanos».
Un problema en aumento
La tensión política refleja la creciente preocupación ciudadana por el impacto de las viviendas de uso turístico en el precio del alquiler, la convivencia vecinal y la fisonomía de los barrios históricos. Mientras el gobierno municipal defiende las medidas adoptadas hasta ahora, la oposición insiste en que la respuesta es insuficiente y reclama una estrategia más ambiciosa.