La anguila europea (Anguilla anguilla), declarada en peligro crítico de extinción desde hace dos décadas, podría estar abocada a su desaparición definitiva si no se detiene su comercialización. Así lo advierte un estudio liderado por la Estación Biológica de Doñana (EBD-CSIC), que identifica un proceso de «espiral de extinción ligada al mercado» como principal amenaza para la especie.
Según los investigadores, la paradoja que enfrenta la anguila es que su creciente escasez ha disparado su valor como producto exclusivo, especialmente en su fase juvenil —la angula—, lo que incentiva aún más su pesca y comercialización. Esta dinámica, explican, refuerza la explotación hasta el último ejemplar.
«La escasez convierte a la anguila en un símbolo de estatus, por lo que su precio aumenta en paralelo a su desaparición», señala Miguel Clavero, autor principal del estudio publicado en la revista Conservation Letters. «Es un fenómeno que ya se ha documentado en especies como el rinoceronte o el pangolín, y que ahora vemos claramente en la anguila europea».
El equipo científico ha analizado datos de capturas de angulas en España desde 1950, además de los precios registrados desde 1925. El resultado es contundente: mientras que las capturas han caído un 85 % desde 1990, el precio se ha disparado hasta los 1.000 euros por kilo. Aun con capturas mínimas, los beneficios económicos continúan siendo rentables para los pescadores, gracias al bajo coste de explotación.
«El problema es que ni siquiera se necesita un mayor esfuerzo para capturar angulas: basta con esperar su llegada a las costas», apunta Clavero. Esto convierte a la pesca en una actividad de alta rentabilidad y bajo riesgo, incluso en contextos de colapso poblacional.
Desde el Consejo Internacional para la Explotación del Mar (ICES), organismo europeo que evalúa el estado de conservación de la anguila, se ha recomendado reiteradamente la prohibición total de su pesca en cualquier fase vital y con cualquier fin. Sin embargo, la falta de aplicación efectiva de estas recomendaciones ha impedido frenar su declive.
Para los investigadores, una veda total no basta: es necesario también suspender el comercio internacional de todas las especies del género Anguilla, legales e ilegales, incluyendo las destinadas a acuicultura y repoblación. «Solo así se podrá romper la lógica perversa del mercado del lujo que está llevando a esta especie a la extinción», concluye Clavero.
