El Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE), organismo dependiente del Ministerio de Cultura, ha llevado a cabo una visita técnica al Museo de Bellas Artes de Sevilla con el objetivo de evaluar el estado de conservación del claustro mayor del antiguo convento mercedario, poniendo especial atención en los zócalos y paños cerámicos.
Esta inspección se enmarca en la petición realizada por la consejera de Cultura de la Junta de Andalucía, Patricia del Pozo, al Ministerio de Cultura, tras el reciente desbloqueo de proyectos como la ampliación del museo en el Palacio de Monsalves o la recuperación de la antigua biblioteca de la calle Alfonso XII.
Fuentes ministeriales han explicado que la visita técnica tenía como fin determinar el estado de conservación de los zócalos y la necesidad de una futura intervención. El claustro mayor, diseñado por el arquitecto Juan de Oviedo siguiendo modelos italianos, es uno de los espacios más emblemáticos del Bellas Artes, caracterizado por su doble columna sobre plinto elevado.
Historia
En 1724, Leonardo de Figueroa transformó la planta superior del claustro, incorporando una balconada con pilastras jónicas y un entablamento continuo. El zócalo combina grandes y pequeños paños de azulejos de punta de clavo y de arista, junto a pilastrillas decoradas con atlantes, cariátides y motivos ornamentales.
Los azulejos de arista del claustro presentan una notable similitud con los de la Casa de Pilatos, lo que apunta a su origen en el taller de los hermanos Pulido, activo en Sevilla a mediados del siglo XVI.
De confirmarse la intervención del Ministerio, esta sería la primera restauración en el claustro mayor y su azulejería desde los trabajos acometidos en el inmueble en los años noventa, y la primera también tras el acuerdo de cooperación alcanzado entre el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, y la consejera andaluza.
