El cruce de reproches entre el Gobierno central y el Ayuntamiento de Sevilla ha sumado un nuevo capítulo tras las declaraciones del ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, dirigidas directamente al alcalde hispalense, José Luis Sanz. La polémica se ha originado a raíz de unas afirmaciones del regidor sevillano durante un desayuno informativo organizado por Ideal, en el que lamentaba la «falta de interlocución» con el Ejecutivo central en materia de infraestructuras.
En respuesta, el ministro ha utilizado su cuenta en la red social X (antes Twitter) para lanzar un mensaje contundente: «Sanz se queja de que no hay nadie que levante el teléfono y pregunte por las necesidades de Sevilla. Y lo dices sentado junto a la alcaldesa de Granada. Pregúntale si a ella le pasa lo mismo. Y qué ha hecho de distinto para que no le pase». Acompañando su reflexión, el ministro concluyó con una frase directa: «El problema no soy yo, eres tú».
Durante el acto, celebrado el pasado jueves junto a los alcaldes de Granada y Málaga, José Luis Sanz insistió en que Sevilla padece «un problema fundamental de infraestructuras» ante el que no encuentra respuestas por parte del Gobierno: «No tienes al otro lado del teléfono a nadie que te pregunte qué necesidades hay en Sevilla».
Entre las reivindicaciones expuestas, Sanz mencionó la SE-40, cuya construcción calificó de interminable; el puente del Centenario, que «se ha hecho ahora famoso» en referencia a su vinculación con la supuesta trama del ex secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán; el anillo de Cercanías y la conexión ferroviaria con el aeropuerto de San Pablo, obras todas ellas que el alcalde considera prioritarias y bloqueadas.
Preguntado por la falta de comunicación con el propio ministro Puente, Sanz respondió con ironía: «No entro ya en su baja paternal: supongo que no habrá tiempo de responder. No sé si sigue con la baja porque el otro día estuvo en el Comité Federal del PSOE, pero de momento no ha respondido».
La tensión entre ambas administraciones pone de nuevo sobre la mesa el debate sobre el papel del Estado en el desarrollo de las grandes infraestructuras pendientes en Sevilla y el tono político en el diálogo institucional.