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La oficina de turismo de la Plaza del Triunfo en Sevilla, una de las más visitadas de la ciudad por su ubicación privilegiada junto a la Catedral, el Archivo de Indias y el Real Alcázar, ha cerrado sus puertas de forma definitiva. El cierre se hizo efectivo hace una semana, tras no renovarse el convenio que sostenía su actividad, y ha supuesto el cese de un servicio que en 2024 recibió más de 435.000 visitas, de las que unas 320.000 procedían del turismo extranjero.
El enclave era gestionado hasta ahora por la Diputación de Sevilla, en colaboración con la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento. Sin embargo, el fin del acuerdo ha derivado en el cese de financiación autonómica y en la imposibilidad de la Diputación de mantenerlo en solitario, lo que ha llevado a su clausura.
Reproches entre instituciones
El cierre ha provocado un cruce de acusaciones entre las administraciones implicadas. El presidente de la Diputación de Sevilla, Javier Fernández, ha lamentado públicamente que la Junta haya «incumplido» el convenio con el organismo provincial, responsabilizándola del cierre y criticando también la actitud del Ayuntamiento:
«La Junta de Andalucía, nuevamente, castiga a Sevilla con la complicidad del Ayuntamiento», ha declarado Fernández en redes sociales, recordando que el acuerdo suponía para la Junta un coste anual de apenas 30.000 euros, mientras que el local, las inversiones y la empresa externa que prestaba el servicio corrían a cargo de la Diputación.
Desde Prodetur, su vicepresidente Rodrigo Rodríguez Hans ha señalado que trasladar el servicio a oficinas como las de Marqués de Contadero o el Costurero de la Reina, que suman unas 85.000 visitas anuales, supone un paso atrás: «Se lleva la información del turismo andaluz a una oficina con diez veces menos afluencia», aseguró.
En esa misma línea se ha expresado el coordinador del PSOE en Sevilla capital, Antonio Muñoz, que ha acusado al alcalde José Luis Sanz de «ponerse de perfil» ante lo que considera un nuevo «maltrato de Moreno Bonilla a Sevilla», al permitir que se materialice el cierre de la oficina más concurrida de la ciudad. «El Ayuntamiento calla y agacha la cabeza. La Diputación llevaba tres años haciéndose cargo en exclusiva del mantenimiento y del personal», ha recordado.
El Ayuntamiento rechaza las acusaciones
Por su parte, el Ayuntamiento de Sevilla ha salido al paso de las críticas y ha negado cualquier implicación en el cierre. En una nota de prensa, la delegada de Turismo y Cultura, Angie Moreno, ha sido tajante: «El Ayuntamiento no ha tenido nada que ver en esta decisión, que responde exclusivamente a una estrategia política de la Diputación».
Desde el Consistorio recuerdan que la oficina se encontraba en un edificio propiedad de la Diputación y que no estaba incluida en el acuerdo actual entre el Ayuntamiento y la Junta, que sí contempla las oficinas de Marqués de Contadero, Paseo de Colón, Costurero de la Reina y Aeropuerto. Además, afirman que el convenio específico entre Diputación y Junta no fue renovado hace meses, por lo que desde entonces el servicio era gestionado exclusivamente por la administración provincial.
Moreno también ha criticado el aumento del gasto promocional de la Diputación en eventos como Fitur, que ha superado los 820.000 euros en dos años, al tiempo que se abandonan servicios esenciales como este. «Mientras otros hacen ruido, nosotros gestionamos, colaboramos y sumamos. Los sevillanos merecen claridad, respeto y compromiso», ha concluido.