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En una semana marcada por las altas temperaturas en Sevilla, hay ciertos callejones y calles de la judería sevillana y del barrio de Santa Cruz que, por su disposición geográfica, pueden registrar hasta diez grados menos que la media de la ciudad, convirtiéndose así en algunas de las calles más frescas de la capital hispalense.
Recientemente, la Universidad de Sevilla ha publicado un informe procedente de la tesis doctoral de Javier de Sola, en el que se identifican las zonas más calurosas y más frías de la ciudad. En líneas generales, el casco antiguo presenta las temperaturas más bajas, en contraste con zonas como el Polígono Sur, la barriada de Los Pajaritos o Torreblanca.
En este sentido, el callejón del Agua, la plaza de Santa Marta, la calle Verde, la plaza Escuela de Cristo y la calle Vida figuran entre los puntos más frescos de Sevilla.
Callejón del Agua
Ubicado en la antigua judería, justo detrás de los Reales Jardines del Alcázar, el callejón del Agua es uno de los lugares más frescos de la ciudad gracias a su ubicación resguardada del sol. Esto le permite mantener una temperatura agradable durante las horas más calurosas del día.
Recibe su nombre porque, en el interior de la muralla que lo bordea, había antiguamente dos conductos que traían agua desde los Caños de Carmona hasta los jardines del Alcázar.
La Plaza de Santa Marta
A pocos metros del callejón del Agua, esta pequeña plaza está rodeada de naranjos de gran altura, que crean sombra constante gracias a sus frondosas copas. La diferencia térmica respecto a plazas cercanas como la de la Virgen de los Reyes o la del Triunfo es notable. Su ubicación, detrás del antiguo Hospital de Leprosos, refuerza ese microclima fresco.
La Calle Verde
También en la antigua judería, la calle Verde conserva una temperatura más baja debido a las enredaderas que cuelgan de los balcones, generando sombras constantes. Además, al tratarse de un estrecho callejón, el sol apenas incide en ciertas horas del día.
Plaza Escuela de Cristo
Situada en un callejón que parte de la calle Ximénez de Enciso, esta plaza forma parte del entorno más fresco de la ciudad. Es, además, la plaza más pequeña de Sevilla, aunque muchos crean que lo es la de Santa Marta, también destacada por su microclima agradable.
Calle Vida
Más allá de la leyenda que afirma que esta fue la única vía de escape para los judíos perseguidos, la calle Vida destaca también por ser una de las más frescas de Sevilla. Las enredaderas que brotan del muro derecho, parte del recinto del Alcázar, contribuyen a generar sombra y bajar la temperatura.
En definitiva, tanto la judería como el barrio de Santa Cruz albergan las calles más frescas de Sevilla, donde la luz solar directa es limitada y la vegetación contribuye a crear un ambiente idóneo para pasear, incluso en días de intenso calor.