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Hoy en día, lo habitual en cualquier ciudad como Sevilla es tener como mascota un perro, un gato, un pájaro o peces en un acuario. Sin embargo, allá por los años 70, José María Lassaletta (1927-1997), naturalista, explorador y director del zoológico de Jerez, tuvo en su casa un tigre que se asomaba al balcón como si fuera algo normal, atrayendo la atención de todos los vecinos del barrio, cerca de la calle Feria.
Esta inefable historia está recordada en una placa situada en la misma fachada de la antigua vivienda. En ella se puede leer: «Es ineludible dar un salto cual acto reflejo (por el susto de ver un tigre) al terminar de leer este azulejo».
¿Quién fue José María Lassaletta, dueño del único tigre que ha vivido en Sevilla?
Este naturalista, nacido en Barcelona, fue uno de los exploradores más importantes del siglo XX en España. Especializado en la fauna africana, Lassaletta llegó a Jerez de la Frontera en 1957 para asumir la dirección del zoológico de la ciudad. Durante esos años, el recinto vivió una etapa próspera y fue ganando fama a nivel nacional. Allí, junto al doctor Ramón Luera, se convirtieron en los primeros en operar de muelas a un gorila en España.
Tras varias experiencias viviendo en África, Lassaletta y su familia se trasladaron a Sevilla en 1969, donde abrió una tienda de animales que no tuvo éxito. No obstante, su figura continuó vinculada al ámbito natural, especialmente en espacios como el parque de Doñana, ubicado entre las provincias de Huelva y Sevilla.
Ya con setenta años, Lassaletta comenzó a sufrir intensos dolores de espalda, hasta que un paro cardíaco, derivado de esos problemas, acabó con su vida en 1997.