- ¿Sabías que Sevilla es la ciudad de España que tiene más iglesias?
- ¿Sabías que la estatua más grande de España está en Sevilla?
Aunque Sevilla no es una zona sísmica de alta actividad como otras regiones del mundo, su historia sí ha estado marcada por varios terremotos que han dejado huella en su patrimonio, en su memoria colectiva y hasta en sus leyendas. Desde el colapso de las esferas que coronaban la Giralda hasta los temblores que provocaron evacuaciones masivas en pleno siglo XX, la ciudad ha sido testigo de seísmos notables. Estos son los más significativos:
El terremoto que tiró la Giralda (1356)
El 24 de agosto de 1356, un potente terremoto con epicentro en el Cabo de San Vicente, al suroeste de Portugal, alcanzó una intensidad de VIII en la escala de Mercalli. En Sevilla, los efectos fueron devastadores. El temblor derribó las cuatro esferas de bronce que coronaban la Giralda y causó graves daños en edificios como la Catedral, el Real Alcázar, y varias iglesias, entre ellas Santa Ana, San Román y Santa Marina.
El terremoto de Carmona (1504)
El 5 de abril de 1504, un nuevo seísmo volvió a sacudir la provincia. Con una magnitud estimada de entre 7 y 8 grados, el epicentro se situó en Carmona. Aunque en Sevilla solo se registraron dos víctimas mortales, los daños materiales afectaron al convento de San Francisco y a numerosas viviendas. Este episodio consolidó una de las leyendas más populares de la ciudad: la que asegura que las Santas Justa y Rufina sostuvieron milagrosamente la Giralda para evitar su caída.
El gran terremoto de Lisboa (1755)
Sin duda, el más célebre por su magnitud y consecuencias fue el terremoto de Lisboa, ocurrido el 1 de noviembre de 1755. Con epicentro en el Atlántico, frente a la capital portuguesa, alcanzó una magnitud cercana a los 9 grados. Aunque Lisboa fue arrasada, Sevilla también sufrió graves consecuencias: colapsaron 333 casas, casi 5.000 edificios resultaron dañados y se produjeron al menos nueve fallecimientos. La Catedral, la Torre del Oro y el Alcázar no escaparon a los efectos del temblor.
El seísmo del Cabo de San Vicente (1969)
El 28 de febrero de 1969, un terremoto de 7,3 grados volvió a tener como epicentro el Cabo de San Vicente. Aunque los daños materiales en Sevilla fueron mínimos, el seísmo causó gran alarma. Miles de sevillanos abandonaron sus viviendas durante la noche y se refugiaron en plazas y parques ante el temor de réplicas, en un episodio que aún recuerdan quienes lo vivieron.
El terremoto de Morón (2008)
El último gran temblor registrado con impacto en la provincia tuvo lugar el 2 de octubre de 2008, con epicentro en Morón de la Frontera. Con una magnitud de 4,7 grados, se sintió en varias localidades andaluzas. En Sevilla provocó la caída de objetos en supermercados y la aparición de grietas en edificios antiguos, aunque no hubo víctimas.
