Raúl M., vecino de Montellano y herido en el atropello mortal ocurrido este fin de semana en Roma durante la Gran Procesión del Jubileo de las Cofradías, ha asegurado que el suceso «no fue un accidente», sino el resultado de una conducta irresponsable: «El conductor iba en estado de embriaguez», ha declarado desde el Hospital San Giovanni, donde permanece ingresado.
El trágico suceso tuvo lugar en torno a las 2:00 de la madrugada del sábado, cuando Raúl y su pareja, un hombre de 38 años y vecino de Los Palacios y Villafranca, regresaban en patinete a su hotel tras asistir a la procesión en la que participaban la hermandad del Cachorro de Sevilla y la Virgen de la Esperanza de Málaga. En ese momento, un vehículo invadió el carril bici y los arrolló. El impacto fue fatal: su compañero falleció en el acto y Raúl perdió la conciencia.
«Ha sido una persona irresponsable que conducía ebrio, se metió en el carril bici y nos llevó por delante», ha relatado a Canal Sur Radio en declaraciones recogidas por Europa Press. «Yo desperté aquí, en el hospital. Lo primero que hice fue llamarlo, porque fue el impulso que me dio. Al no cogerme el teléfono, ya me sentí raro… hasta que se presentaron dos policías a mediodía», ha añadido visiblemente afectado.
Raúl será operado este martes de la clavícula. Mientras tanto, continúa la investigación sobre el autor del atropello. Tras el impacto, el conductor no se detuvo y colisionó poco después con otro vehículo, cuyos ocupantes resultaron ilesos. Horas después, la Policía Local italiana halló el coche abandonado en una calle, aunque aún no se ha confirmado si el propietario era quien lo conducía en el momento de los hechos.
