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Vecinos, comerciantes y visitantes habituales de la Alameda llevan a cabo una campaña de recogida de firmas con motivo de su «degradación constante», a través de la plataforma Change.org. Exigen «un entorno seguro y respetuoso». En estos momentos suman 1026. «Por una Alameda segura y libre de violencia» es el lema que acompaña a la queja sobre la situación, que «está afectando gravemente a la calidad de vida», así como «a la actividad comercial de la zona».
La iniciativa aparece después de los hechos del pasado 30 de abril, día en que se enfrentaron el Real Betis y la Fiorentina en el partido de ida de las semifinales de la Conference League. Los ultras de ambos equipos dejaron a su paso por la Alameda una escena marcada y criticada en el texto por «destrozos en el mobiliario urbano y escenas de pánico entre los presentes». Unos incidentes que «son inaceptables y requieren una respuesta inmediata por parte de las autoridades competentes». También la suciedad llegó a la zona el 26 de abril, cuando la capital hispalense recibió al Fútbol Club Barcelona y Real Madrid, que disputaban la final de la Copa del Rey.
Los vecinos que suscriben el descontento indican que a la situación generada en el marco del fútbol «se suma un problema persistente de ruido nocturno, orines en la vía pública y acumulación de basuras, especialmente en las zonas de Alameda, Feria, Casco Antiguo, San Lorenzo y San Luis». Es decir, el problema no se reduce a fechas concretas. Además, quienes emprenden las firmas solicitan con «carácter urgente que se declare la zona como ZAS (Zona Acústicamente Saturada)» asumiendo las restricciones que ello implique, «para garantizar la salud y el bienestar de quienes aquí residimos y trabajamos», para así paliar la degradación de la Alameda. En zonas residenciales, la normativa andaluza establece que no podrán sobrepasarse los 55 decibelios.
La Alameda, exponen los firmantes, debe ser un lugar de encuentro, de cultura y disfrute, donde la violencia, el miedo y la suciedad no tengan cabida. Para tal fin, reclaman una mayor presencia policial en la zona -especialmente durante eventos deportivos que entrañen riesgo-, implementación de medidas de seguridad en coordinación con los establecimientos locales, sanciones ejemplares a los responsables de los actos de vandalismo y campañas de concienciación que promuevan el respeto y la convivencia pacífica.