Portada de la Feria de Sevilla 2025. - Sevilla Actualidad
Portada de la Feria de Sevilla 2025. - Sevilla Actualidad

La Feria de Abril de Sevilla, una de las fiestas más emblemáticas de España, no solo atrae a locales y visitantes internacionales, sino también a decenas de influencers que ven en este evento una oportunidad perfecta para generar contenido y visibilidad. Sin embargo, la creciente presencia de creadores de contenido ajenos a la tradición andaluza ha desatado un debate entre quienes valoran su aportación y quienes la ven como una banalización de las costumbres locales.

Entre el escaparate y la tradición

Desde hace algunos años, perfiles con cientos de miles de seguidores en Instagram y TikTok —muchos de ellos sin raíces andaluzas— acuden a la Feria luciendo trajes de flamenca, visitando casetas y compartiendo su experiencia con una estética cuidada al milímetro. Estas publicaciones, que a menudo suman miles de visualizaciones, son vistas por algunos como una forma de dar a conocer la Feria a públicos más amplios y jóvenes, contribuyendo a su proyección internacional.

No obstante, esta visión no es compartida por todos. Numerosos usuarios en redes sociales y voces vinculadas a la tradición local han criticado el enfoque superficial con el que, a su juicio, algunos influencers abordan la fiesta. Se les reprocha, por ejemplo, el uso de trajes que no respetan la tradición flamenca, o la difusión de una imagen edulcorada que ignora aspectos clave de la experiencia real de la Feria, como la dificultad de acceder a casetas privadas sin conocer a los socios o las implicaciones sociales y económicas del evento.

¿Autenticidad o postureo?

Uno de los puntos más controvertidos es la percepción de que algunos influencers acuden únicamente por la foto, sin comprender —ni mostrar— el trasfondo cultural de la Feria. Esto ha generado comentarios irónicos o directamente críticos en redes, donde se cuestiona si esta exposición beneficia realmente a la ciudad o simplemente sirve como escaparate de una estética vacía.

A pesar de ello, también hay quienes defienden que toda visibilidad suma y que el interés de influencers por integrarse, aunque sea parcialmente, en una fiesta tan compleja y rica como la Feria de Sevilla, puede interpretarse como una forma de admiración que no debe despreciarse.