La asociación Adriano Antinoo homenajeará a los últimos ejecutados por garrote vil en Sevilla, falsamente acusados del asesinato de un policía armado, según la obra del dramaturgo Alfonso Zurro «Un invierno en Sevilla. Asesinato en el hotel Cecil-Oriente», según la cual Rafael Pino y Rafael Romero habrían sido víctimas de la homofobia del régimen franquista, allá en febrero de 1960.

Será con un acto que tendrá lugar el sábado 17 de mayo de 2025, Día Internacional contra la LGTBIfobia, en el Parque de La Ranilla, a las 19,00 horas.

«Sin faltar a la caridad y al respeto tengo que decir que eran personas frágiles, de corta inteligencia, extremadamente amanerados y físicamente débiles. Parecía difícil de comprender que hubieran sido capaces de robar un arma de fuego en un cuartel, planear y realizar personalmente un atraco y disparar en un tiroteo matando a un policía armado», señala la asociación respecto a unas declaraciones en prensa de Camilo Olivares, sacerdote y hermano de la Santa Caridad, que asistió a Rafael Pino y a Rafael Romero la noche antes de ser ejecutados.

El 20 de febrero de 1960 fueron ejecutados por garrote vil dos sevillanos homosexuales, Rafael Pino Cordón y Rafael Romero Peña, condenados por un Tribunal Militar por el supuesto asesinato de un policía, Julio Pérez Fuente, durante el atraco al hotel Cecil Oriente, situado en Plaza Nueva, el 3 de noviembre de 1959.

Una exhaustiva investigación a cargo del dramaturgo Alfonso Zurro sostiene que no solo Rafael Pino y Rafael Romero no cometieron ese asesinato, sino que ni siquiera hubo crimen, sino que «el régimen franquista, ante la difusión en la prensa del supuesto asesinato del policía armado, probablemente fallecido por un ataque al corazón, no podía permitirse dejar impune el supuesto asesinato de un miembro de las fuerzas armadas del régimen».

«Por eso, se manipularon las pruebas, se eligió a Rafael Pino Cordón, Rafael Romero Peña y Antonio Delgado García, los tres homosexuales, de baja extracción social y nivel educativo, como los supuestos asesinos, se les torturó, se les condenó y finalmente se ejecutaron a dos de ellos el 20 de febrero de 1960, en la prisión provincial de La Ranilla», señala la asociación.