Ubicado en pleno Parque Natural de la Sierra Norte de Sevilla, El Pedroso es un destino ideal para quienes buscan desconectar de la rutina y sumergirse en un entorno de belleza natural y patrimonio histórico. Este pequeño municipio, con una población de alrededor de 2000 habitantes, combina la esencia de la Andalucía rural con una rica tradición cultural y gastronómica.

Un pueblo con historia

El Pedroso tiene un pasado marcado por la minería y la ganadería, actividades que han influido en su desarrollo y en el carácter de sus gentes. Su origen se remonta a la época romana, aunque fue durante la Edad Media cuando cobró mayor importancia debido a su ubicación estratégica en la sierra. Hoy en día, pasear por sus calles es descubrir una arquitectura sencilla pero con el encanto de los pueblos blancos andaluces, donde las casas encaladas y las plazas tranquilas invitan al descanso.

Entre sus monumentos más representativos destaca la Iglesia del Divino Salvador, un templo del siglo XIV con elementos góticos y mudéjares que refleja la historia del pueblo. También es imprescindible visitar la Ermita de la Virgen del Espino, patrona de El Pedroso, cuyo santuario es un lugar de devoción para los vecinos.

Naturaleza y senderismo

Rodeado de encinas, alcornoques y dehesas, El Pedroso es un paraíso para los amantes del senderismo y el turismo rural. Sus alrededores ofrecen numerosas rutas para disfrutar de la naturaleza en estado puro. Entre ellas, destaca la ruta que conduce al Embalse del Huéznar, un lugar perfecto para la observación de aves y la práctica de actividades al aire libre.

El municipio forma parte del Parque Natural de la Sierra Norte, un espacio protegido de gran valor ecológico donde es posible encontrar especies como el águila real, el buitre leonado o el lince ibérico. Además, en otoño, sus bosques se convierten en un punto de referencia para los aficionados a la micología, ya que la zona es rica en setas y hongos comestibles.

Gastronomía: el sabor de la sierra

Uno de los grandes atractivos de El Pedroso es su gastronomía, basada en los productos de la sierra y la tradición culinaria andaluza. Los embutidos ibéricos, el queso de cabra y la carne de caza son algunos de los manjares que se pueden degustar en sus restaurantes y ventas. Entre los platos más típicos se encuentran la caldereta de venado, el gazpacho serrano y las migas.

En diciembre, el pueblo celebra su Feria de Muestras de Productos Típicos y Artesanales, un evento que reúne a productores locales y visitantes que buscan llevarse un pedazo de la Sierra Norte a casa. Aquí se pueden encontrar desde chacinas y quesos hasta dulces tradicionales como las perrunillas o los bizcochos caseros.