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La Giralda es el icónico campanario de la Catedral de Santa María de la Sede en Sevilla, España, y uno de los monumentos más emblemáticos de la ciudad. Su estructura refleja una rica historia que abarca desde su origen como alminar de una mezquita hasta su transformación en campanario cristiano.
Orígenes como alminar
La construcción de la Giralda comenzó en 1184 por orden del califa almohade Abu Yaqub Yusuf, con el objetivo de dotar a Sevilla de una mezquita mayor que reflejara la importancia de la ciudad en el imperio almohade. El diseño del alminar se inspiró en la mezquita Kutubia de Marrakech, Marruecos, y fue culminado en 1198 bajo la dirección del arquitecto Ali de Gómara. Originalmente, la torre alcanzaba una altura de 82 metros y estaba coronada por cuatro esferas de cobre que reflejaban la luz del sol, siendo una de las estructuras más admiradas de Al-Ándalus.
Transformación cristiana
Tras la reconquista de Sevilla en 1248 por Fernando III de Castilla, la mezquita fue consagrada como catedral cristiana. En 1356, un terremoto provocó la caída de las esferas de cobre que coronaban la torre. Posteriormente, entre 1558 y 1568, se añadió el campanario renacentista diseñado por el arquitecto Hernán Ruiz II, elevando la altura total de la torre a 104,1 metros. En la cúspide se colocó una estatua de bronce que representa la Fe, conocida como «El Giraldillo», que actúa como veleta y es considerada una de las mayores esculturas en bronce del Renacimiento europeo.
Algunas curiosidades
- Réplica en Kansas City: Existe una réplica de la Giralda en Kansas City, Estados Unidos, construida en 1967 como homenaje a la torre sevillana, simbolizando la hermandad entre ambas ciudades.
- Color original: Aunque hoy la Giralda luce el color natural de sus materiales, investigaciones han revelado que originalmente estuvo pintada de rojo almagra, un tono rojizo que le daba un aspecto aún más imponente.
- Subida a caballo: A diferencia de muchas torres, la Giralda no posee escaleras en su interior. En su lugar, cuenta con una serie de rampas amplias que permitían al almuédano (la persona encargada de llamar a la oración) subir a caballo hasta la cima para realizar la llamada a la oración.
- Protección de las santas: Según la tradición sevillana, las santas Justa y Rufina, patronas de la ciudad, protegieron a la Giralda de diversos desastres naturales, como terremotos, evitando su colapso. Esta devoción es tan arraigada que en numerosas representaciones artísticas se las muestra sosteniendo la torre.
