La Fundación Medinaceli ha adquirido en propiedad el arco del Postigo. La entidad convertirá este espacio en un museo dedicado a la historia de las grandes puertas históricas de entrada a la ciudad de Sevilla, así como sus usos, la gran muralla que rodeaba a la capital hispalense y el oficio del alguacilazgo.
El espacio que dispone la Fundación Medinaceli en el arco del Postigo es de apenas 120 metros cuadrados, los cuales se encuentran distribuidos en diferentes plantas. Su ubicación estratégica permitirá crear una atmósfera museística única, ya que contará con las nuevas tecnologías, como por ejemplo la inteligencia artificial. Además, el alto valor simbólico para la ciudad hace que en este punto se pueda realizar una atractiva visita para comprender los orígenes de la ciudad.
La compra de el arco del Postigo no es más que un ejemplo más de los valores de la Fundación Medinaceli en su afán preservador del patrimonio. Además de recuperar el inmueble para sus antiguos dueños realzará el pasado que esconde en sus muros a través de la creación de un museo por medio de fondos propios. Por lo tanto, llevará la historia sevillana a todos los visitantes. Aún no ha trascendido la fecha en la que se llevará a cabo su reapertura, pero todo apunta a que será una gran inversión para preservar la historia de la ciudad en un enclave localizado en el casco antiguo de Sevilla.