La tapa es el aperitivo por antonomasia de los bares de la capital hispalense. Suelen tener un precio razonable y competitivo, pero con la inflación de los últimos años es normal que los costes se incrementen. Frente a este problema, un bar de Sevilla ofrece una carta en la que sus tapas no superan los dos euros.

Se trata del bar Casa Gálvez, situado en la calle Alejandro Collantes, en pleno Nervión. La lista de tapas alcanza la treintena entre frituras, plancha y algunos montaditos entre los que no falta el de pringá o el de anchoas con queso. Hay también flamenquín y pinchitos de cerdo y pollo, así como otras especialidades típicas de la gastronomía sevillana, como el solomillo al whisky y las espinacas con garbanzos.

Además, una de las principales características de este establecimiento es que la lista de pedidos de los comensales se apunta a tiza en la barra, un modo de la vieja escuela que conserva el encanto de los bares tradicionales sevillanos. Comer en Casa Gálvez es asequible, con precios que permiten disfrutar de una comida completa por menos de diez euros por comensal. Las tapas oscilan entre 1,20 y 1,60 euros, mientras que la caña de Cruzcampo cuesta 1,20 euros.

Casa Gálvez es conocido por su ambiente acogedor y su decoración tradicional andaluza, lo que lo convierte en un lugar popular tanto para locales como para visitantes. Además de su variada oferta gastronómica, destaca por su servicio rápido y amable, asegurando una experiencia agradable para todos los comensales.