Pilar Távora durante la entrevista con Sevilla Actualidad

Directora, productora, guionista o empresaria son los primeros resultados que aparecen al teclear el nombre de Pilar Távora en internet. Sin embargo, bajo toda esa capa de acepciones, se encuentra lo que verdaderamente es: Una mujer auténtica, de fuertes convicciones e ideales realistas. Una mujer comprometida con su tierra y sus iguales, cuyo nacionalismo andaluz le viene de serie, «desde que era pequeña», cuenta en una charla con Sevilla Actualidad. Algo que, en ocasiones, a lo largo de su carrera, le ha supuesto «un reto», pero que sin duda «ha merecido la pena». «Lo que somos es lo mejor que tenemos», sentencia.

Para Távora el 4 de Diciembre es el Día Nacional de Andalucía, porque «el Día de la Bandera es algo posterior». «Si las banderas se llenaran de contenido, tendría todo el sentido, pero si las banderas se vacían de contenido es el peligro», advierte la andalucista. En este sentido, sostiene que «oficializar» el Día de la Bandera para «hacer intento de vaciarla de su verdadero contenido» sabe a poco. Apuesta por crear conciencia desde las escuelas y que se transmite el verdadero sentido del 4D y el 28F. «La única solución es la educación».

«El andalucismo es un movimiento político. Si queremos transformar Andalucía, sin poder político es imposible. El quitarle el carácter político al 4 de Diciembre es un error. Nos quedamos sin nada», afirma.

Cine y teatro

Pilar Távora no ha sucumbido a la sombra del legado de su padre, Salvador Távora, sino que se ha reinventado con todo aquello que su progenitor le dejó. Una herencia que, aunque muy rica, «aún no se le ha reconocido del todo», asegura, y el mejor ejemplo radica en el ostracismo al que han condenado las instituciones al teatro homónimo de su padre, en el Cerro del Águila. «Llevamos tres años sin subvenciones, mientras que al Congreso de Hermandades se le ha dado 600.000 euros», critica.

Sin embargo, y a pesar de los altos y bajos, Távora continúa creando y apostando por el cine y el teatro. Muestra de ello es el rodaje del documental en el que se encuentra inmersa, que trata La Gran Redada de 1749. «Muy pocas personas conocen esta historia, ni siquiera los propios gitanos», explica. Una historia cruel, de sufrimiento y persecución que ha quedado como «herencia biológica» en el ADN del pueblo gitano, reconoce la guionista.

Pilar Távora se sienta con Sevilla Actualidad para reflexionar sobre los retos que tiene por delante Andalucía en el contexto político actual, la representación andalucista en el Congreso y la importancia de la educación y la cultura en las nuevas generaciones.