Con sus 2,7 kilómetros de longitud, la Avenida de la Palmera se erige como la calle más larga de Sevilla, además de ser una de las vías más representativas de la ciudad. Este extenso boulevard, que combina historia, arquitectura y paisajismo, conecta el centro de Sevilla con el sur, comenzando en el Prado de San Sebastián y extendiéndose hasta la carretera de Cádiz.

Inaugurada con motivo de la Exposición Iberoamericana de 1929, la Avenida de la Palmera fue concebida como un escaparate de modernidad y estilo arquitectónico. A lo largo de su recorrido, se pueden admirar numerosas edificaciones de estilo regionalista, entre las que destacan antiguos pabellones de la exposición, elegantes residencias y sedes institucionales, muchas de ellas rodeadas de exuberantes jardines.

El nombre de la avenida no es casualidad, ya que está flanqueada por una interminable fila de palmeras que se han convertido en su seña de identidad. Este diseño paisajístico, sumado a su amplitud y su papel como eje vertebrador, hace que sea un lugar emblemático para pasear, practicar deporte o simplemente disfrutar del entorno.

Hoy en día, la Avenida de la Palmera no solo es un símbolo del pasado histórico de Sevilla, sino también un importante eje de comunicación que alberga espacios como el Campus Universitario de Reina Mercedes, el Estadio Benito Villamarín, y numerosas embajadas y consulados.