Tapa de caracoles del Bar La Mina

Las tapas son una de las señas de identidad de la gastronomía española, y su origen sigue siendo un tema de debate y leyenda. Entre los rincones que se disputan la creación de esta tradición se encuentra Sevilla.

¿Qué son las tapas y por qué surgieron?

La palabra «tapa» proviene del verbo «tapar», y su significado original está relacionado con la práctica de cubrir la copa o vaso de bebida con una pequeña porción de comida. Esta costumbre tenía fines prácticos: las tapas evitaban que el polvo o insectos cayeran en la bebida. Esta sencilla práctica pronto evolucionó hasta convertirse en una de las experiencias gastronómicas más queridas del país.

Sevilla ha sido fundamental en la consolidación de esta práctica. De hecho, la ciudad no solo es reconocida por su habilidad para transformar un aperitivo en una tradición gastronómica, sino que sus bares y tabernas son famosos por ofrecer una variedad de tapas que van desde simples aceitunas o embutidos hasta platos más elaborados como el pescaíto frito o el montadito.

Las leyendas sobre el origen de las tapas

Existen varias leyendas que intentan explicar el nacimiento de las tapas, y varias de ellas están vinculadas a Sevilla:

  1. La leyenda de Alfonso X, el Sabio: Una de las historias más conocidas atribuye el origen de las tapas a una orden real. Se cuenta que el rey Alfonso X, el Sabio, sufrió una enfermedad que le obligaba a tomar pequeñas cantidades de vino con alimentos para evitar que el alcohol le afectara demasiado. Tras su recuperación, el monarca habría ordenado que en todas las tabernas de Castilla, y supuestamente también en Sevilla, se sirvieran pequeñas porciones de comida con el vino para evitar que los soldados y ciudadanos bebieran en exceso. Esta orden habría marcado el nacimiento de las tapas como una tradición culinaria.
  2. Tapas para proteger la bebida: Otra versión de la historia sostiene que las tapas surgieron de la necesidad de proteger la bebida de la arena y el polvo. En Sevilla, en especial en sus famosas tabernas, era común cubrir la copa con una rebanada de jamón, queso o pan para evitar que el polvo levantado por el viento del Guadalquivir cayera en la bebida. Con el tiempo, esta costumbre derivó en una tradición y comenzó a ampliarse la variedad de ingredientes utilizados.
  3. Los Reyes Católicos y las ordenanzas en las tabernas: También se cuenta que durante el reinado de los Reyes Católicos, en pleno auge de Sevilla como puerto comercial, se establecieron normas en las tabernas para reducir el consumo excesivo de alcohol. Los mesoneros debían acompañar las bebidas alcohólicas con pequeñas porciones de comida para asegurar que los marineros y soldados no se embriagaran rápidamente y, así, evitar altercados.

La fama de las tapas sevillanas en el mundo

Actualmente, la tapa es uno de los elementos más representativos de la gastronomía española a nivel internacional, y Sevilla es uno de sus grandes referentes. La ciudad cuenta con cientos de bares y tabernas donde las tapas siguen evolucionando y adaptándose a los gustos actuales, sin perder el espíritu tradicional. El turismo ha jugado también un papel fundamental en la expansión de la fama de las tapas sevillanas, y cada año miles de visitantes llegan a la ciudad para experimentar la alegría y el ambiente que rodea esta práctica.

Entonces, ¿podemos decir que Sevilla es la cuna de las tapas?

A pesar de la fuerte conexión entre Sevilla y las tapas, no existe una única evidencia concluyente que confirme su origen en esta ciudad. Lo que sí es seguro es que Sevilla fue un lugar clave en la expansión y popularización de esta tradición, que hoy es parte del ADN cultural de Andalucía y España. Sevilla ha transformado la tapa en algo más que un simple acompañamiento: es una experiencia culinaria, social y cultural única.