- Recetas sevillanas con aceite de oliva y aceitunas
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La repostería de la provincia de Sevilla y amplia y variada. Casas particulares y conventos tienen múltiples recetas enriquecidas por el pasado árabe de la región y su gusto por los dulces, también con aportaciones judías. El aceite de oliva es ingrediente básico del mundo de los postres sevillanos, aunque las recetas de algunos conventos, a pesar de revelar los ingredientes, guardan celosamente los secretos de la elaboración en la quietud de los claustros.
Fundamental en la fritura dulce de la dulcería sevillana son dos elementos: pestiños y torrijas. También en otras recetas populares, buñuelos y calentitos. En cada pueblo hay variantes, como por ejemplo: los pestiños de Cantillana o los roscos amarillos con aguardientes de Las Cabezas de San Juan.
Por último, en el apartado de dulces, no podemos dejar de citar las tortas de aceite de Castilleja de la Cuesta, que también las hacen en Écija. La lista de dulces y elaboraciones caseras es tan amplia como pueblos tiene la provincia.
Recetas de postres sevillanos con aceite de oliva
Pestiños de Cantillana
Añadir en un lebrillo clavo en polvo a la harina, matalahúva tostada y una machacada. Echar sobre la harina aceite de oliva hirviendo. Mover con una paleta y añadir cáscaras de naranja que previamente se han hervido en agua, y añadir un poco de sal. Amasar bien para que luego no se deshagan al freírlos.
Gachas de San Arcadio (Osuna)
Añadir a una cazuela con aceite matalahúva y sacar y reservar. Añadir harina, leche, azúcar y corteza de limón. Batir todo hasta formar una crema. Espolvorear con canela molida y añadir unos daditos de pan frito.
Poleá de Tomares
Freír unas cáscaras de limón con matalahúva. Disolver harina en agua tibia e ir añadiendo el aceite de la fritura. Añadir poco a poco la leche removiendo constantemente. Agregar azúcar y espolvorear con canela, rematando con unos daditos de pan frito.
Torrijas de Carmona
Colocar en una fuente rebanadas de pan «asentao» (de días anteriores) que se empapan en leche que ha sido hervida con cortezas de limón, azúcar y coñac. Dejar que repose. Rebozar con huevo batido y freír en aceite de oliva. Espolvorearlas con canela y bañarlas con miel.
