El Ayuntamiento de Sevilla ha informado este sábado de que ya han finalizado las obras de conservación y mantenimiento en el puente de San Telmo, del que han sido retirados los habituales candados de los enamorados. El alcalde, José Luis Sanz, ha explicado que «estas labores se suman a las que recientemente han finalizado también en el puente de Triana, que ha recobrado todo su esplendor tras años de abandono».

Este puente recobra su color rojizo, para el que «se realizaron unas pruebas de color sobre las farolas de este mismo puente para remozarlas de forma paralela al pintado las barandas y soportes». «Trabajamos con la idea de que las mejoras estéticas sean generales y acordes al entorno», ha dicho Sanz, exponiendo que «se ha procedido a retirar los habituales candados que los enamorados fijan a las barandillas y a reparar los herrajes afectados».

Esta misma actuación se desarrollará en próximas fechas en el puente del Cristo la Expiración, popularmente conocido como del Cachorro, y en el puente de Los Remedios.

Un «rito» de origen italiano

El ritual de poner candados en el puente de San Telmo, y también en el de Triana, viene importado directamente desde Italia, a raíz de la publicación de la novela Tengo ganas de ti, de Federico Moccia, donde los protagonistas sellaban su amor colocando un candado en el Puente romano Milvio.

Después de la publicación del famoso libro, miles de italianos imitaron a los protagonistas de Moccia y colocaron un candado con sus iniciales en las farolas del puente romano, llegando a existir tal cantidad de candados, que uno de los postes se derrumbó a causa del peso, lo que provocó que a partir de entonces, se creara una página web, donde los enamorados colocaban su candado virtual.

A Sevilla esta curiosa costumbre de demostrar el amor fue puesta en marcha a través de los estudiantes italianos procedentes de la beca Erasmus.