La Audiencia de Sevilla ha condenado a un varón a nueve años y medio de cárcel por violar a la hija de diez años de edad de su pareja. Realizó tocamientos a la menor y la sometió a diferentes prácticas sexuales durante, al menos, durante dos meses.
La Sección Tercera de la Audiencia de Sevilla declara probado que «durante al menos dos meses el acusado aprovechaba» que su pareja dormía la siesta «para acercarse a la menor en el salón». Allí, el inculpado sometía a la menor «a tocamientos en el pecho por debajo de la ropa, besos en la boca, cara y cuello». Cuando la menor intentaba apartarse, el acusado lle decía «relájate, que no te va a pasar nada» o «esto no se lo puedes contar a tu madre, tiene que quedar entre nosotros».
Agresiones sexuales más graves
Según el relato de hechos probados, «el procesado fue subiendo el tono de sus contactos sexuales. Otro día se bajó los pantalones y ropa interior, cogiendo la mano de la menor y colocándola sobre su pene, intentando que le hiciera una masturbación». Como ella se opuso, le cogió la cabeza y la obligó a hacerle una felación, diciéndole que lo chupara como si fuera un «chupa chups».
«En otra ocasión, se acercó a la menor y, posicionándose detrás de ella, le realizó tocamientos en la zona del pecho y genital. Le bajó los pantalones y, tras untarle saliva en el esfínter anal, le introdujo parcialmente el pene. Aunque ella le indicó que le hacía daño y que parara, él le tapó la boca y le manifestó que ‘se relajara’, sin que llegara a eyacular», agrega el relato de hechos probados.
Dado el caso, el tribunal condena a este varón a nueve años y medio de prisión por un delito de agresión sexual a menor de 16 años; 14 años de prohibición de acercarse a la víctima o comunicarse con ella; 15 años de inhabilitación especial para empleo relacionado con menores y cinco años de libertad vigilada post penitenciaria.