Entrada a un aula de un centro público de Sevilla
Entrada a un aula de un centro público de Sevilla

Una alumna de segundo de Primaria en el colegio sevillano San Antonio María Claret lleva más de un año a la espera de un intérprete de lenguaje de signos. La menor sufre una discapacidad auditiva y motriz del 66%.

A su vez, la Fiscalía de Sevilla ha dirigido una serie de diligencias a «distintas instituciones públicas a fin de comprobar aspectos esenciales».

Este organismo judicial emitía un escrito el pasado 17 de noviembre que se archivaran las actuaciones derivadas de esta denuncia. Además, se precisó que las diligencias serían reabiertas tras dirigirse a instituciones públicas relacionadas con el caso.

En octubre de 2022 se inició el proceso para un nuevo dictamen de escolarización por parte del equipo de orientación educativa. Sin embargo, desde esa fecha, la alumna y su familia siguen «en espera de los recursos necesarios para su correcto desarrollo académico y personal».

La madre de la menor precisa que, en septiembre de 2022, la familia de la menor y el equipo de orientación del colegio solicitaron un nuevo dictamen de escolarización. Aunque la estudiante usa audífono, aseguró que se encontraba «perdida» en las clases por sus problemas de oído.

Ya en marzo de este año el equipo de orientación educativa de la Delegación Territorial de la Consejería de Desarrollo Educativo emitió un nuevo dictamen de escolarización. En él se reconoció el derecho a contar con un intérprete de lengua de signos «dentro del aula» como apoyo para su aprendizaje.

La familia de la joven denuncia «desigualdad» y «discriminación»

La dirección del colegio, según la madre, «también procedió a solicitar» el nuevo dictamen de escolarización. Sin embargo, se le comunicó que la petición estaba fuera de plazo y no se emitió siguiendo el procedimiento adecuado. Por tanto, el centro debía esperar al correspondiente plazo de alegaciones.

A pesar de que se presentaran dichas alegaciones por parte del colegio, la espera sigue para esta alumna y su familia. Mientras sigue sin llegar el intérprete, la familia de la menor denuncia «una gran desigualdad con respecto al resto de niños».

Es más, la familia de la menor denuncia una situación de «discriminación», añadiendo que la niña está perdiendo un tiempo en su desarrollo educativo que «nunca va a recuperar».