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El profesor de la US, Julián Sobrino, ha expuesto los datos de un estudio en el que ha analizado las operaciones urbanísticas relativas a las fábricas de tabaco cerradas por Altadis durante los últimos 20 años.

“La pérdida de suelo industrial ha sido masiva, gracias a la recalificación sistemática en estas operaciones para uso terciario o residencial”, declara Sobrino, quien cifra en más de 400.000 los metros cuadrados afectados. “Desde el punto de vista patrimonial y arquitectónico ha sido catastrófica la demolición de edificios muy importantes y la desaparición de espacios públicos de enorme valor”, lamenta el profesor.

La operación proyectada en Sevilla le supondría a Imperial Tobacco una plusvalía inicial de entre 35 y 40 millones de euros, sin contar posibles operaciones inmobiliarias posteriores.

El secretario de Acción Sindical y Política Sectorial de CCOO de Sevilla, Carlos Aristu, ha advertido de que el patrón utilizado en su día por Altadis y hoy por Imperial Tobacco “supone estas tremendas plusvalías que no han repercutido en ninguno de los anteriores casos en reinversión productiva por parte de la empresa para la generación de empleo” en las ciudades mencionadas.

El responsable sindical exigió “que no hubiera connivencia desde el Gobierno municipal con este tipo de operaciones” en relación al convenio firmado en su día por el Alcalde e Imperial Tobacco y sobre el que se pretende dar cobertura para la modificación puntual del PGOU. “Tenemos derecho a contar con un Alcalde que firme convenios para que se genere empleo y se reactive la economía, no para que una multinacional se embolse plusvalías millonarias y desaparezca del mapa también aquí”, declaró Aristu, que ha añadido que “si Zoido niega que esto sea un pelotazo, solo cabe pensar que en Plaza Nueva se habla una lengua diferente a la que utilizamos el común de los sevillanos”.

El responsable sindical insistió en “la necesidad de articular el procedimiento adecuado para buscar el interés general a los suelos de la antigua fábrica de tabaco. La calificación industrial no es sino una oportunidad para impulsar en una zona privilegiada de la ciudad proyectos innovadores en los que bien podrían participar agentes como las universidades y sectores industriales con gran potencialidad en materia de generación de empleo, lo que más falta hace en esta ciudad”, opinó Aristu. El sindicalista propuso una revisión integral y participativa del PGOU para favorecer políticas de reindustrialización y el impulso a proyectos de la economía del conocimiento y la innovación tecnológica.

Más participación es lo que también ha pedido el profesor Julián Sobrino, que apuesta por un debate público y transparente sobre “qué usos para estos suelos son los que mayor beneficio aportarían a la ciudad y sus ciudadanos”.  El convenio firmado entre Zoido e Imperial Tobacco en 2014, según el estudio realizado por el experto, “responde a un modelo caduco de especulación inmobiliaria basado en el incremento continuado de la edificabilidad, la sustitución de usos productivos por otros de ocio y servicios, la reducción de espacios libres y la demolición de edificios catalogados”.

Licenciado en Periodismo. Actualmente en Sevilla Actualidad y La Voz de Alcalá. Antes en Localia TV y El Correo de Andalucía.