Se llevarán a cabo los días 10 y 13 de febrero. Este jueves, los trabajadores serán recibidos por los distintos grupos políticos con representación en el Parlamento de Andalucía.

Los trabajadores de la factoría Puleva en Alcalá se concentrarán este jueves en el Parlamento de Andalucía antes de ser recibidos por los grupos parlamentarios. Al día siguiente, se acordarán en el SERCLA paros para los días 10 y 13 de febrero, y esa misma tarde, habrá una reunión con los representantes de la firma.

El primero de los paros, el día 10 de febrero, será entre las 12:00 horas y las 14:00 horas. Las personas que trabajan en la fábrica de la provincia sevillana tienen previsto aprovechar para concentrarse frente a la puerta de la Consejería de Empleo en la Isla de la Cartuja.

El segundo paro se llevará a cabo el 13 de febrero, desde las 09:00 horas hasta las 15:00 horas. En esta acción, los empleados tienen previsto emprender una marcha a pie desde la fábrica, en Alcalá de Guadaira, hasta la puerta del Ayuntamiento.

El mismo día 7 de febrero, pero a las 15:00 horas, los representantes de los trabajadores se reunirán con los representantes de Puleva. Desde el sindicato provincial Agroalimentario de CCOO de Sevilla anuncian que los trabajadores que no estén en ese momento en turno aprovecharán para dar la “bienvenida” a la delegación de Puleva.

El sindicato provincial Agroalimentario de CCOO de Sevilla muestra su total rechazo al ERE que Puleva pretende llevar a cabo en la fábrica, “disfrazado de traslado colectivo, pero que redundará en el cierre de la fábrica sevillana”. Además, alertan de que, pese que Puleva les aseguró que los traslados serían de Sevilla a Granada, ahora les han avisado de que algunos empleados también serán trasladados a Galicia o Cataluña.

La secretaria general del sindicato provincial Agroalimentario de CCOO de Sevilla, Mónica Vega, ha insistido en que “Puleva no se cierra porque no hay causas económicas de peso”.

Manifestación en Alcalá

Estas nuevas acciones llegan después de la concentración llevada a cabo el pasado 25 de enero en la Plaza de la Plazuela de Alcalá de Guadaíra, y que fue respaldada por unas 400 personas.

Al grito de “Puleva no se cierra”, trabajadores de la empresa y alcalareños han defendido los 70 puestos de trabajo que se perderían con el traslado de la fábrica de Lactalis a Granada.

“¿Qué tenemos que esperar? ¿Qué debemos esperar para sublevarnos contra esto que está ocurriendo?”, se ha preguntado durante la lectura de un manifiesto el presidente del comité de empresa, Guillermo Díaz. “Es mucho. No nos hemos dado cuenta de una reforma laboral con la que no sabíamos lo que iba a ocurrir. Hoy lo estamos viendo”, ha dicho.

Frente a una pancarta en la que podía leerse “Puleva-Sevilla no se cierra”, el portavoz de los trabajadores ha insistido en que se trata de “una de las mayores empresas” de Alcalá y “una empresa que tiene beneficios”, de la que ha dicho “es capaz de irse de Sevilla, donde siempre ha estado trabajando”.

“Cuando ha tenido problemas, se le ha ayudado. Hoy, con esas subvenciones y con un beneficio de 42 millones de euros, dice que no cierra, que se traslada. Esto no es más que cubrir el expediente, porque se trata de un despido encubierto”, ha insistido.

40 millones de beneficio en el último ejercicio

Puleva ha comunicado la decisión de cerrar la planta de Sevilla, ubicada en la localidad de Alcalá de Guadaíra. Este cierre afectaría a unos 70 trabajadores directos y se enmarca en «un grave proceso de desmantelamiento industrial que se está produciendo en la provincia de Sevilla», sostienen los sindicatos.

En 2010 Ebro Puleva acordó con el grupo francés Lactalis la venta de su negocio lácteo, Puleva Food, por un importe de 630 millones de euros y en 2011 se llevó a cabo el desmontaje de una de las dos líneas de producción que tenía Puleva en la planta de Sevilla.

Puleva contaba con 640 empleados en Granada cuando entró Lactalis, que redujo la plantilla a los 500 actuales. De acuerdo con la información que facilitó la empresa al comité, cerró el pasado ejercicio con unos 40 millones de euros de beneficio.

Lactalis ha tomado la decisión de concentrar su actividad productiva en Andalucía en su planta de Granada. Para la empresa, que la producción de la fábrica de Sevilla se traslade a otra situada dentro de la comunidad permite “consolidar la situación de la planta de Granada, que con esta medida ve reforzada su actividad y su condición de centro de referencia de Lactalis en Andalucía”.

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