La Fundación Nao Victoria ha conmemorado el 115 aniversario de la llegada de los restos mortales de Cristóbal Colón a la Catedral de Sevilla.
Se ha cumplido el 115 aniversario de la llegada de los restos mortales de Cristóbal Colón a la Catedral de Sevilla. Esto ha sido posible gracias a la Fundación Nao Victoria en el que ha celebrado este lunes se celebre un acto donde se ha realizado una ofrenda floral ante la tumba del conquistador con la presencia del alcalde de Sevilla Juan Ignacio Zoido, el presidente de la fundación Juan Miguel Salas y el descendiente del descubridor y Duque de Veragua, Cristóbal Colón de Carvajal y Gorosábel.
El alcalde, en su intervención, ha agradecido a Colón «su talento, sus descubrimientos, sus viajes y a la situación estratégica de la ciudad», que hace que Sevilla se convirtiera en un «escenario fundamental en la colonización del nuevo mundo y del comercio», un papel que asegura que sirvió para que «siga siendo un punto de referencia económico y de riqueza cultural».
Asimismo, el presidente de la fundación ha puesto en valor la figura de Colón y su importancia para la ciudad y ha anunciado que ha presentado un proyecto de rehabilitación de las Reales Atarazanas tanto a la Junta de Andalucía como al Ayuntamiento, pero «nadie me ha contestado». Apuesta por la rehabilitación de los astilleros medievales pero «con la menor intervención posible». También Salas ha recalcado que «si se tiene la suerte de que los restos estén aquí, lo lógico es que se ponga», para así los turistas que visiten la Catedral sepan donde se ubican los restos de Cristóbal Colón.
Por otra parte, el Duque de Veragua ha agradecido el homenaje a su antepasado «que inició su viaje desde Sevilla, aunque partiera de Palos de la Frontera». «Aquí comenzó el descubrimiento y de aquí salieron 17 barcos, convirtiendo Sevilla en el epicentro», recalca.
El último viaje de Colón
Con la llegada a Sevilla el 19 de enero de 1899 sería el cuarto y último viaje del largo peregrinar de sus cenizas desde el año de 1506 donde fallece en Valladolid. Su sepultura se trasladó a Sevilla a la capilla de Santa Ana en el monasterio de Santa María de las Cuevas, ubicado en la sevillana Isla de la Cartuja, hasta donde también llegan los restos de su hijo Diego en 1516. Más tarde, Carlos I concedería el privilegio de que los Colón usaran como panteón familiar las capillas mayores de los templos del nuevo mundo, ya que los de península estaban restringidos a la familia real.
En 1544 se trasladan los restos de Colón a la capilla mayor del templo principal de Santo Domingo, en República Dominicana, para pasar a La Habana a fines del siglo XVIII, donde permanece hasta 1898. Con la pérdida de la isla, sus restos fueron trasladados a Sevilla donde encontraron destino definitivo bajo las bóvedas de su Catedral en el magnífico mausoleo realizado por Arturo Mélida.
El traslado de las cenizas de Colón se hicieron eco varios periódicos de la época para que sus restos se trajeran a España donde encontrarían su último descanso. Tras intensas gestiones protagonizadas por el Duque de Veragua, como representante de los descendientes de Colón y delegado nombrado por el gobierno para este asunto considerado una cuestión de estado, finalmente un día como el de ayer de 1898 llegaron a Sevilla a bordo del navío Giralda los restos mortales de Cristóbal Colón. Tras la ceremoniosa marcha desde la escalinata de San Telmo del puerto de Sevilla y con la comitiva de las más altas autoridades civiles, militares y religiosas de la ciudad de la época, fueron finalmente depositados sus restos fúnebres en la Catedral.