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Los trabajadores de la planta de Roca en Alcalá de Guadaíra se concentran este martes en la sede de la Audiencia Nacional. Las sesiones del juicio tras los despidos y el cierre de la factoría andaluza han comenzado hoy.

Las movilizaciones de los trabajadores de Roca continúan y abren un nuevo pulso en esta ocasión ante la sede de la Audiencia Nacional en Madrid. Unos 150 trabajadores de la factoría de Alcalá de Guadaíra se concentraron junto a empleados de la compañía en Alcalá de Henares coincidiendo con el inicio de las sesiones del juicio por el conflicto laboral entre los trabajadores y el grupo Roca.

Los empleados que fueron despedidos, 228 en la factoría de Sevilla, demandaron que se declare nulo el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) por el que fueron despedidos. Las centrales sindicales aseguran que no medió una actitud negociadora por parte del grupo Roca con los trabajadores. «La postura era cerrar, no intentó negociar o atenuar los despidos en ningún momento» aclararon.

Con el apoyo de las administraciones locales, provincial y de la propia Junta de Andalucía, los empleados de la factoría sevillana de Roca acudieron a Madrid con sus reclamaciones, pues aseguran que el grupo Roca «ya está produciendo en Marruecos y Portugal».

Esto supondría un paso más en el proceso de deslocalización industrial, apuntan los trabajadores, que aseguran que en España las plantas  «ya están cerradas y ya no trabaja nadie allí» y han precisado que en el caso de Sevilla «los últimos seis o siete empleados salieron de la factoría hace dos semanas».

Gutiérrez Limones se reúne con los empleados

El parlamentario socialista y alcalde de Alcalá de Guadaíra, Antonio Gutiérrez Limones, se reunió esta mañana con los empleados de Roca y manifestó su deseo de que se “haga justicia” y se declaren nulos los cierres de las fábricas en ambas localidades y puntualizó que Roca ha aprovechado la modificación del marco legal que permite que empresas se aprovechen de las circunstancias de una ley para cometer este tipo de injusticias.

A continuación, afirmó que nos encontramos ante “una enorme injusticia social y económica” que afecta a cientos de trabajadores y de familiares y añadió que “es impensable que una gran multinacional como Roca cierre las plantas que tiene en su país de origen”. Antonio Gutiérrez Limones también señaló que es “una injusticia ética y moral porque, en esta situación de crisis como la que estamos viviendo, es difícil de entender que Roca cierre sus plantas alegando que no hay consumo interno mientras que mantiene abiertas las fábricas de Portugal que tienen un consumo interno igual o inferior”.

Gutiérrez Limones lamentó que “la historia de Roca, una historia de éxito colectivo y de orgullo nacional, se haya convertido en una historia de ingratitud, deslealtad, indignidad, e ignonimia marcada por la decisión de cerrar las plantas”. “Es una pena que una empresa que ha ganado tanto a lo largo de su historia, en un momento de crisis nacional, no se decida a arrimar el hombro para superar juntos esta situación”, apostilló.

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