La desazón provocada por los largos años de crisis económica no cesa entre la población sevillana. Los estragos de la alta tasa de paro y las escasas perspectivas que la situación actual ofrece hacen buena mella en el ánimo popular.
Al buen humor hispalense le ha salido un contrincante duro de roer, la mala gestión económica. Según el Estudio General de Opinión Pública de Andalucía, elaborado por el Centro de Análisis y Documentación Política y Electoral de Andalucía (Capdea) nueve de cada diez sevillanos califica de mala o muy mala la situación económica de Andalucía y España, y no ven el fin de la recesión.
Más de la mitad de los sevillanos encuestados han declarado tener problemas económicos hasta el punto de descender en diez puntos porcentuales las familias que declaran llegar con cierta facilidad a final de mes. Los continuos despidos derivados de la inestabilidad económica y la escasez de puestos de trabajo ha provocado que uno de cada cinco sevillanos afirmen haber tenido que pedir prestado dinero para poder llegar a fin de mes. Ante esto, el apoyo progenitor o, en su defecto, de la familia más directa se erigen como colchón de salvación.
Por lo que se refiere a la situación del mercado de trabajo, el 86,8% de los sevillanos tiene a alguien de su entorno cercano que ha perdido su empleo. En contraposición, lo más parecido a una buena noticia que ofrece este estudio es que el 68,9% de los que están actualmente trabajando no ven peligrar su puesto de trabajo en los próximos seis meses.
Ante este panorama que se expande en el tiempo, los hispalenses no ven tocar fondo, el 67,5% considera que su economía personal o familiar continuará igual al menos medio año más. La dificultad de ahorrar cada mes, debido a los gastos y al menor ingreso de dinero provocan las pocas expectativas de mejora, que no se vislumbran en el horizonte del pensamiento común.
