Audiencia Provincial de Sevilla / SA
La Audiencia Provincial de Sevilla ha condenado a un motorista a 1 año y 9 meses de cárcel por atropellar en abril del pasado año 2018 en la capital hispalense a un ciclista en un paso de peatones y darse a la fuga rebasando en rojo todos los semáforos que se encontró a su paso.

El acusado iba a ser enjuiciado por un jurado popular a partir del próximo lunes día 7 de octubre, pero la vista oral no se celebrará finalmente tras la conformidad alcanzada por la Fiscalía, la defensa y el investigado, quien aceptó el relato de hechos, la calificación jurídica y la pena solicitada por el Ministerio Fiscal.
De este modo, la Audiencia condena al motorista a 15 meses de prisión y la privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempo de 3 años y 6 meses por un delito contra la seguridad vial, y a 6 meses de cárcel por un delito de omisión del deber de socorro, concurriendo en ambos casos la agravante de reincidencia, mientras que la compañía aseguradora del ciclomotor indemnizará con 452,35 euros a la víctima por las lesiones padecidas.
La Audiencia considera probado que los hechos tuvieron lugar sobre las 15,20 horas del 5 de abril de 2018, cuando el investigado circulaba con su ciclomotor por la Glorieta de Marineros Voluntarios de Sevilla “con un absoluto desprecio por las normas más elementales de seguridad vial”, de forma que, al llegar a un semáforo que estaba en luz roja para él, y pese a que había varios vehículos allí detenidos, “los rebasó por la izquierda adentrándose en el paso de peatones” en el momento en que la víctima lo cruzaba “correctamente” en su bicicleta.
Como consecuencia de ello, el acusado colisionó contra el ciclista y le derribó, “huyendo inmediatamente del lugar a toda velocidad, hasta el punto de que un policía fuera de servicio, con su motocicleta, no pudo darle alcance perdiéndose en su persecución” en el Paseo de las Delicias, “hasta donde llegó el acusado pasando en rojo todos los semáforos que encontró desde el lugar del atropello, con el consiguiente peligro para todos los usuarios de la vía que en ese momento circulaban por esa zona”.
El condenado, “perfectamente consciente del golpe que había propinado, y obviando la más mínima solidaridad humana respecto de su víctima, sin preocuparse del estado en que ésta había quedado, ni se detuvo, ni solicitó auxilio de terceros” para la misma, asevera la Audiencia, que precisa que el encausado fue detenido en su domicilio horas después.
De su lado, la víctima fue atendida por los viandantes y trasladada al Hospital Virgen del Rocío, sufriendo policontusiones en rodilla izquierda, brazo y hombro izquierdo.
El acusado, que conducía un ciclomotor propiedad de su padre aunque era el conductor único del mismo, ya fue condenado en sentencia firme de 20 de noviembre de 2012 por un delito de imprudencia temeraria a la pena de 2 años de cárcel y privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempo de 5 años.