Se trata de una consulta de alta resolución a través de la cual se beneficiarán en torno a 400 pacientes con cáncer cada año.

El Hospital Universitario de Valme de Sevilla ha habilitado una Consulta de Cardio-Oncología con el objetivo de mejorar la salud cardiovascular de aquellos pacientes que sufren cáncer. Cardiólogos, oncólogos y hematólogos han conformado un grupo de trabajo multidisciplinar para crear un protocolo conjunto dirigido a mejorar los resultados en salud de los ciudadanos con cáncer a través del diagnóstico precoz y el tratamiento eficaz de las complicaciones cardiacas derivadas de las terapias onco-hematológicas.

En los últimos años la esperanza de vida de los pacientes con cáncer se ha visto aumentada gracias a la aparición de nuevas terapias antitumorales con eficacia probada. Sin embargo, muchos de estos tratamientos eficaces para el cáncer pueden conllevar complicaciones cardiovasculares. Este fenómeno se conoce como cardiotoxicidad y puede generar un impacto negativo, tanto en la supervivencia como en la calidad de vida de los pacientes que sobreviven al cáncer. Según el director de la Unidad de Gestión Clínica de Cardiología, Francisco Javier Molano, “una de las complicaciones más frecuentes es la aparición de disfunción ventricular, que puede comportar a su vez el desarrollo de insuficiencia cardíaca”. Es por ello que, según Molano, la detección precoz mediante el análisis de la deformación miocárdica realizada mediante la ecocardiografía es vital para poder diagnosticarlo precozmente e iniciar el tratamiento adecuado.

Al respecto, y siguiendo las recomendaciones de las sociedades científicas, los cardiólogos del Hospital Universitario de Valme han querido instaurar una dinámica de trabajo compartida con los servicios clínicos de Oncología y de Hematología. Su finalidad es agilizar la comunicación entre los profesionales implicados en el proceso del cáncer para facilitar el tratamiento oncológico con la menor dilación posible y evitar interrupciones en su administración. Según el director de la Unidad de Gestión Clínica de Oncología, Manuel Chaves, “se trata de una iniciativa de enorme trascendencia, ya que, actualmente, con las  técnicas ecocardiográficas disponibles en el Hospital y un inicio precoz del tratamiento remodelador cardíaco, puede prevenirse la aparición de cardiotoxicidad sintomática no influyendo ésta en el uso de  terapias potencialmente curativas”.

Para ello, en el área de consultas externas de la Unidad de Cardiología se ha creado una consulta específica destinada a evitar y limitar la toxicidad cardiaca de ciertos tratamientos efectivos frente al cáncer. Se estima que a través de esta iniciativa, puesta en marcha desde mediados de este año, se beneficiarán 400 pacientes oncológicos con una atención rápida y eficiente.

Diagnóstico precoz, accesibilidad, seguridad y continuidad asistencial

Se trata de una consulta de alta resolución convertida en herramienta de control de calidad en el cuidado de la salud del paciente oncológico. Entre sus numerosas aportaciones, mejora la accesibilidad de estos pacientes para la realización de técnicas diagnósticas, puesto que de esta forma el paciente oncológico no tiene que retrasar o suspender su tratamiento a la espera de una valoración desde Cardiología.

Además de realizar pruebas diagnósticas como las ecocardiografías transtorácicas, mediante las cuales se valoran las condiciones estructurales o funcionales cardiacas que limitan las terapias a recibir; en esta nueva consulta se lleva a cabo la valoración de aquellos pacientes que hayan desarrollado cardiotoxicidad para asegurar que se les aporta el mejor tratamiento.

Asimismo, la Consulta de Cardio-Oncolología también está orientada a la detección precoz del daño cardíaco subclínico. Es decir, estudiar al paciente antes de que aparezcan los síntomas de cara a poder iniciar tratamientos que eviten la progresión de este daño y reduzcan la toxicidad cardíaca de las terapias antitumorales.

Al mismo tiempo, otra gran ventaja de esta dinámica de trabajo multidisciplinar es garantizar la continuidad asistencial de un paciente tan vulnerable como el oncológico. Ello se consigue al establecer vías fluidas de comunicación y coordinación entre tres especialidades médicas: Cardiología, Oncología y Hematología.