Aquella tarde calurosa de verano no fue como cualquier otra tarde. Todo el mundo miraba inmensurablemente a los cielos sevillanos. Miles de nosotros quedamos asombrados al verlo allí; aquel objeto majestuoso, inmóvil, quedando quizás maravillado por la hermosura de nuestra ciudad.
Durante una hora quedó aquel objeto hipnotizando miles de ojos que le observaban mientras se deleitaba con la grandeza de Sevilla y de su Giralda a la que casi podía tocar desde las alturas.
Eran las 21:00 horas del 10 de agosto de 1989, en Sevilla capital. Una esfera permanece estática en el cielo dejando boquiabiertos a miles de sevillanos. Cuál es la sorpresa cuando de esta esfera sale otra más pequeña que va moviéndose alrededor de la esfera mayor. Miles de personas corrieron a sus casas a coger sus cámaras de foto y vídeo para tratar de capturar el increíble suceso, consiguiéndolo muchos, ya que este objeto permaneció más de una hora en los cielos sevillanos.
Todo el mundo hablaba de aquel suceso. Al día siguiente, todos los medios de comunicación, incluso a nivel nacional, se hacían eco de la noticia, asegurando que un ovni había sobrevolado la ciudad de Sevilla, aunque realmente fue visible también en Huelva, Cádiz y Granada.
Días después salía a la luz que todo fue un error de apreciación de los testigos y que aquel objeto era un globo sonda. Incluso se llegó a comentar que aquel objeto se estrelló en el pueblo sevillano de Montellano y que era un globo aerostático militar, y que por esa razón fue fuertemente custodiado por militares y posteriormente transportado a un lugar sin determinar.
Días después, el conocido meteorólogo y ufólogo Julio Marvizón aseguraba que, por su trabajo, sabía identificar un globo sonda y que aquel objeto… no lo era.