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En Dos Hermanas, a pocos kilómetros de Sevilla, se esconde una de esas joyas arquitectónicas que muchos pasan por alto al pasear por sus calles: el Palacio de Alpériz. Lo curioso es que este edificio de aires señoriales, con fachada neomudéjar y detalles que recuerdan a la Sevilla más monumental, no fue levantado para ser un centro social, aunque hoy todos lo conocen como el Hogar del Pensionista.
De la industria textil a la residencia familiar
La historia del palacio arranca a comienzos del siglo XX. En 1905, el matrimonio formado por Manuel Alpériz Bustamante y Juana González decidió construir una residencia junto a su floreciente fábrica de tejidos de yute, una de las más importantes de Dos Hermanas en aquel momento. El encargado del proyecto fue el arquitecto José Gutiérrez Lescure, que plasmó en la obra un marcado estilo neomudéjar, muy de moda en la Sevilla de la época.
No era solo una casa: era la muestra visible del éxito de una familia que había hecho fortuna en la industria textil. Grandes ventanales, arcos de herradura y una cuidada decoración geométrica convertían al Palacio de Alpériz en un auténtico referente de la arquitectura burguesa nazarena.
Un palacio con otra vida
Con el paso de los años, el destino del edificio cambió. Lo que había sido residencia privada acabó convirtiéndose en un lugar de encuentro para los mayores de Dos Hermanas. Hoy, bajo el nombre de Hogar del Pensionista, el palacio sigue teniendo vida, pero de una manera muy distinta: como espacio social donde se reúnen generaciones que quizá ni imaginan la historia que encierran sus muros.
Un rincón curioso para descubrir en Dos Hermanas
Lo fascinante del Palacio de Alpériz es esa dualidad: palacio y centro social al mismo tiempo, lujo burgués y sencillez cotidiana. Un edificio que, más allá de su valor arquitectónico, simboliza la transformación de una ciudad que pasó de tener una pujante industria textil a convertirse en una de las localidades más pobladas del área metropolitana de Sevilla.
Así, si algún día te acercas a Dos Hermanas, no dudes en asomarte a este curioso lugar. Puede que a primera vista solo parezca un centro para jubilados, pero tras esa fachada se esconde la huella de una familia emprendedora y uno de los mejores ejemplos del neomudéjar nazareno. Un secreto a voces que convierte al Palacio de Alpériz en un rincón digno de entrar en tu lista de sitios curiosos de la provincia de Sevilla.
