La hacienda Ibarburu, ubicada en Dos Hermanas, vuelve a ser objeto de debate en el Parlamento de Andalucía debido a su estado de abandono. Levantada en torno a 1748 y declarada Bien de Interés Cultural (BIC) en 2002, ha sido objeto de expolio e incendios en los últimos tiempos. En 2021, además, fue incluida en la Lista Roja de enclaves de riesgo de la asociación Hispania Nostra, dedicada a la salvaguarda del patrimonio histórico.
La finca es uno de los edificios más emblemáticos de la arquitectura sevillana del siglo XVIII. Situada a las afueras de Dos Hermanas, en la antigua N-VI dirección Los Palacios, se erige su espadaña, ya sin campana. También puede observarse su techumbre derrumbada debido a los incendios provocados en 2019.
El edificio dispone de un gran patio central con una fuente. Alrededor de esta, a modo de patio de vecinos, se encuentran las naves que sirvieron de caballerizas; el molino de aceite con sus aljibes; y la capilla casi destruida. En la planta alta se disponían las viviendas de los propietarios, que contaban con galerías columnadas ya inexistentes fruto del expolio. Posee un pozo de grandes dimensiones al que se accede por dos galerías, así como varios patios traseros con fuentes, arcos, lavaderos, acequias y una alberca.
Objeto de pregunta en el Parlamento
El grupo de Por Andalucía ha formalizado este lunes una pregunta en el Parlamento autonómico sobre la situación y el destino de la finca. La diputada Alejandra Durán ha solicitado al Gobierno andaluz información sobre la responsabilidad actual del bien de interés cultural. También ha preguntado si la Junta «va a asumir los derechos cedidos por el Ayuntamiento de Dos Hermanas» sobre el inmueble, así como si tiene «actuaciones previstas para rehabilitar y recuperar este bien».
En 2021 la asociación Hispania Nostra incluyó esta antigua hacienda de propiedad privada en su Lista Roja de enclaves en riesgo, al estar «completamente abandonada y en progresivo deterioro». Ya en diciembre de 2019 la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico autorizaba las «obras urgentes de seguridad» propuestas por el Ayuntamiento de Dos Hermanas.
Los deberes de los propietarios privados
Según el acta aprobada entonces por la Comisión Provincial de Patrimonio, la ley andaluza de Patrimonio Histórico estipulaba que «las personas propietarias, titulares de derechos o simples poseedoras de bienes integrantes del patrimonio histórico andaluz, se hallen o no catalogados, tienen el deber de conservarlos, mantenerlos y custodiarlos».
Dicha norma recoge que la Consejería de Cultura podrá ordenar a los propietarios de los monumentos protegidos «la ejecución de obras o la adopción de las actuaciones necesarias para su conservación, mantenimiento y custodia». Se les ofrecerá la posibilidad, además, de «proceder a la ejecución subsidiaria» de las obras ordenadas «con cargo al obligado» a realizarlas.
A cuenta de uno de los expolios en esta antigua hacienda, una resolución de la Oficina del Defensor del Pueblo Andaluz reflejaba que la Delegación Territorial de la Consejería de Cultura interpuso su propia denuncia ante la Policía Nacional. Además, se fijó «con carácter urgente», una inspección para identificar y valorar los daños que se hubieran producido.
La tesis del Ayuntamiento
El Ayuntamiento de Dos Hermanas exponía en este procedimiento su «especial atención» con la hacienda Ibarburu, esgrimiendo que había dirigido «sendos escritos» a la familia Pickman, propietaria del recinto, «en orden a adoptar las medidas precisas» para su conservación. Argumentaba, además, que ya en 2015, ante la «absoluta necesidad de urgentes medidas de consolidación y restauración del edificio», solicitó el respaldo del Fondo de Ayuda a la Rehabilitación de la World Monuments Fund.
Acción vecinal
Sin embargo, la plataforma vecinal Salvemos la Hacienda Ibarburu aún desconoce la titularidad del edificio. Cuentan que durante el siglo XX perteneció a la familia Pickman. Sin embargo, el rastro se pierde, y los documentos oficiales señalan que la propiedad pertenece a la Junta de Compensación SPN 18. A pesar de los intentos de los integrantes de la plataforma por conocer la identidad del propietario, nadie sabe quién es Junta de Compensación. Es por ello que les resulta más difícil pedir responsabilidades a alguien sin saber quién es.
Estos vecinos, además, tiene una petición en Change.org para «solicitar a las administraciones pertinentes la expropiación forzosa de la hacienda por inacción de los propietarios». Cuentan que fue en 2017, al retirar la seguridad del lugar, cuando empezó a deteriorarse. «Tanto la Junta de Andalucía como el Ayuntamiento de Dos Hermanas se han comprometido en varias ocasiones a rehabilitarla; incluso en la respuesta a la Queja número 17/5199 al Defensor del Pueblo Andaluz (de 2018), el consistorio nazareno vuelve a comprometerse a llevar a cabo actuaciones urgentes en el edificio», argumentan.
«Hasta el momento, sólo se han tapiado los accesos y perimetrado la hacienda con una valla de mínima seguridad, permitiendo así que se siga deteriorando y expoliando este Bien», lamentan. Los vecinos temen que el inmueble entre en la Lista Negra, lo que haría «irreparables» los daños sufridos.