- El pintoresco pueblo de Sevilla que fue puerto romano y cuna del primer gramático del castellano
- La silenciosa catedral de madera que pasa inadvertida en el corazón de la Cartuja
Entre las montañas de la Sierra Morena sevillana, a casi cien kilómetros de la capital, se levanta Las Navas de la Concepción, un pequeño municipio de poco más de 1500 habitantes que combina historia monástica, paisaje natural y el ritmo pausado de la vida rural. Perteneciente al Parque Natural Sierra Norte de Sevilla, el pueblo se asienta sobre un entorno de encinas, alcornoques y dehesas donde la tranquilidad parece formar parte del paisaje.
Lo que pocos saben es que su nombre actual tiene un origen tan piadoso como práctico. En el siglo XVIII, el núcleo se conocía como Navas de las Puercas, en referencia a las llanuras —las “navas”— donde abundaba la cría de cerdos. La llegada de los monjes basilios, que fundaron un pequeño convento y promovieron la construcción de una iglesia, cambió el destino del lugar. Por devoción a la Virgen, y quizá también por decoro, el nombre se transformó en Las Navas de la Concepción, tal y como se conoce hoy.
El templo levantado por aquellos monjes, la Iglesia de la Purísima Concepción, sigue siendo el centro espiritual y visual del municipio. Su torre blanca domina el caserío de calles estrechas y empedradas, mientras que la vida cotidiana transcurre al ritmo tranquilo de la sierra.
Además de su patrimonio histórico, Las Navas de la Concepción destaca por su riqueza natural. Su término municipal forma parte del Parque Natural Sierra Norte, un espacio protegido de gran valor ecológico donde abundan rutas de senderismo, paisajes de ribera y fauna autóctona. Entre sus enclaves más próximos destaca el Cerro del Hierro, un paraje geológico único por sus formaciones kársticas y su pasado minero.
El municipio ha sabido conservar su identidad rural a través de celebraciones como la Feria Cinegética y de Ecoturismo, que combina la tradición de la caza con la promoción del turismo sostenible. También mantiene vivas sus fiestas patronales en honor a la Virgen de Belén y San Pedro Apóstol, que llenan de color las calles cada verano.
Hoy, Las Navas de la Concepción representa una de las últimas puertas de entrada a la Sierra Morena sevillana. Su historia, su entorno natural y su origen vinculado a la vida monástica lo convierten en un destino discreto, pero con un encanto que sigue sorprendiendo a quien se aventura por sus caminos.
