El reciente brote de gripe aviar H5N1 en Sevilla, con aves muertas en parques urbanos y focos confirmados en zonas naturales cercanas, ha encendido la preocupación entre quienes conviven con pájaros en casa o crían gallinas de corral. Aunque las autoridades sanitarias insisten en que el riesgo de contagio a humanos es muy bajo, las aves domésticas sí pueden resultar vulnerables si entran en contacto con ejemplares silvestres infectados.

¿Qué aves corren más riesgo?

La gripe aviar afecta a distintas especies, desde patos y gansos hasta aves urbanas como palomas. Las de compañía —periquitos, canarios, loros— o de corral —gallinas y patos domésticos— también pueden contagiarse si comparten agua, comida o espacio con aves enfermas.

Claves para reducir el riesgo

Los veterinarios coinciden en que la prevención es la mejor herramienta para evitar problemas. Estas son las recomendaciones principales:

  • Evitar el contacto con aves silvestres. No dejar que los pájaros domésticos beban de fuentes, charcas o estanques públicos. En el caso de gallinas, se aconseja mantenerlas en recintos cerrados o protegidos con mallas.
  • Proteger la comida y el agua. Los bebederos y comederos deben estar bajo techo y limpiarse cada día para impedir que otras aves accedan a ellos.
  • Extremar la higiene. Es fundamental lavarse bien las manos tras manipular aves o limpiar jaulas y corrales. También conviene desinfectar regularmente los utensilios y usar guantes si se manipulan excrementos o restos.
  • Vigilar síntomas sospechosos. Decaimiento, pérdida de apetito, plumas erizadas, problemas respiratorios o incluso muertes súbitas pueden ser señales de alerta.
  • Actuar rápido. Ante cualquier sospecha, lo recomendable es consultar con un veterinario especializado. En el caso de aves de corral, si se produce una mortalidad inusual, debe notificarse de inmediato a las autoridades.