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La Guardia Civil ha interceptado en Lebrija una narcolancha que transportaba 200 petacas de combustible para abastecimiento de otras lanchas dedicadas a actividades de narcotráfico. Según el Instituto Armado, la embarcación se detectó a la altura de la localidad de Chipiona, iniciándose un seguimiento a lo largo del río Guadalquivir en coordinación con los centros operativos de servicio de las comandancias de Cádiz y Sevilla, hasta proceder a la aprehensión de la embarcación y las petacas de combustible en Lebrija.
La narcolancha intervenida en Lebrija contaba con tres motores fueraborda de 300 caballos de potencia cada uno, que transportaba 200 petacas de combustible. Coincidiendo con las recientes imágenes de narcolanchas del río Guadalquivir, ha despertado todo un debate público y político sobre la incidencia del narcotráfico.
La Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) mostraba en ese sentido la «impotencia y bochorno» de los agentes ante la navegación de narcolanchas por el río Guadalquivir, exponiendo que aunque la problemática «viene de largo», actualmente «la situación ha llegado a un punto» en el cual estas embarcaciones «campan a sus anchas por el río». En este sentido, lamentan «la disolución» del Órgano de Coordinación contra el Narcotráfico en Andalucía (OCON-Sur), «unidad que al tener medios humanos y materiales llegó a unas cotas de resultados nunca vistas antes» en la lucha contra el narcotráfico organizado.
El Gobierno, de su lado, admitía lo «llamativo» de las recientes imágenes de varias narcolanchas surcando el tramo del río de Sevilla capital, precisando que la situación deriva del aumento de la «presión» policial en la costa y que estudiará destinar más recursos si los mandos policiales así lo demandan.