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En el extremo más occidental de la Sierra Sur de Sevilla, en la frontera con Málaga, se alza el Pico del Terril, el techo de la provincia con sus 1.129 metros de altitud. Situado entre los municipios de Algámitas y Pruna, este emblemático monte es un destino imprescindible para senderistas y amantes de la naturaleza que buscan disfrutar de unas vistas privilegiadas del paisaje andaluz.
Una ruta para disfrutar de la Sierra Sur
La ascensión al Pico del Terril es una experiencia asequible para cualquier excursionista con un mínimo de preparación. La ruta más habitual parte del Mirador de la Ventana, en la carretera SE-9225, que conecta Pruna con Algámitas. Desde este punto, el sendero atraviesa un entorno de encinas, quejigos y olivares, ascendiendo progresivamente hasta alcanzar la cumbre.
El recorrido tiene una distancia aproximada de 6,7 kilómetros ida y vuelta y una duración media de tres horas, incluyendo paradas. La dificultad es moderada, aunque el último tramo presenta una pendiente pronunciada y un suelo pedregoso que requiere precaución. Sin embargo, el esfuerzo se ve recompensado con las impresionantes panorámicas que ofrece la cima. En los días despejados, desde el Terril es posible divisar la campiña sevillana, las sierras malagueñas e incluso, en la lejanía, el Peñón de Gibraltar y Sierra Nevada.
Un entorno de gran valor ecológico
El Pico del Terril forma parte del Paisaje Sobresaliente de la Sierra del Tablón, un entorno natural protegido que destaca por su biodiversidad. En sus laderas conviven especies como el águila real, el buitre leonado y el halcón peregrino, además de una variada flora mediterránea.
A lo largo del ascenso, el paisaje cambia progresivamente, desde olivares y encinas en las cotas más bajas hasta matorrales y rocas calizas en la parte alta, característica del relieve kárstico andaluz.
Un mirador natural sobre la provincia
Al llegar a la cima del Pico del Terril, una modesta cruz marca el punto más alto de la provincia de Sevilla. Desde allí, la sensación de amplitud y el silencio de la montaña crean un ambiente único para el descanso y la contemplación. Muchos senderistas aprovechan la ocasión para disfrutar de un almuerzo en altura, admirando el horizonte y sintiendo la satisfacción de haber alcanzado el punto más elevado de la provincia.
Para quienes buscan una experiencia más exigente, existe una ruta alternativa de 17 kilómetros con un desnivel acumulado de 950 metros, ideal para senderistas con mayor preparación.
Consejos para la subida
- La mejor época para ascender es en otoño y primavera, cuando las temperaturas son más suaves.
- Se recomienda llevar agua, protección solar y ropa adecuada, ya que la cima puede ser ventosa.
- Aunque la ruta no es excesivamente exigente, conviene tener una mínima preparación física.
- Respetar el entorno natural es fundamental: no dejar basura y seguir los senderos marcados para evitar la erosión del terreno.