Los agricultores de Arahal tomaron la palabra el pasado jueves en el Pleno de la localidad para pedir más seguridad en las zonas de cultivo, ya que los robos de aceitunas se vienen sucedido con frecuencia desde hace meses. Entre algunas de las medidas tomadas, se encuentra la firma de un convenio con el Ayuntamiento de La Puebla de Cazalla para poner a funcionar drones que vigilen los campos de cultivo. Tal y como se recogió en el Pleno, y en palabras de la propia alcaldesa, los drones no vuelan todos los días. Además, por seguridad, no se proporcionaron datos de cuáles son los días en los que salen a vigilar. Estos son propiedad de La Puebla y están manejados por policías locales del mismo municipio.
Durante el Pleno, los agricultores de Arahal insistieron en la contratación de guardería rural en el campo, aunque afirman que este año han perdido la esperanza de conseguirlo. Así lo expusieron después de dos meses de solicitudes y reuniones, mostrando su decepción. No obstante, acabaron pidiendo a los gobernantes locales que «haya una partida en los presupuestos de 2024 para las necesidades del campo, no sólo la vigilancia».
Una situación que en esta campaña se ha convertido en extraordinaria -ya que los robos se registran porque la aceituna está alcanzando precios históricos- y ha llevado a los agricultores arahalenses a mostrar su descontento con lo que consideran «poca atención al sector» desde el punto de vista de los políticos locales.
Robos diarios
El portavoz de los agricultores, Francisco Manuel Fernández, dijo en su comparecencia que «nos ha quedado claro que este año vamos tarde» y explicó de nuevo la situación por la que están pasando: «Diariamente siguen registrándose robos, cada vez que uno de nosotros da el aviso, vamos todos en banda para enfrentarnos a los que vienen a robarnos». Una situación que, según han advertido en más de una ocasión durante estas últimas semanas, puede acabar un día en tragedia porque «vienen a llevarse el trabajo de un año, el alimento de nuestra familia».
Desde el 4 de septiembre los agricultores llevan registrados más de una veintena de robos o hurtos en el término municipal. Después de que dieran la voz de alarma por el incremento de estos delitos, Guardia Civil y Policía Local reforzaron la vigilancia con un plan especial que ha hecho disminuir su incidencia pero sin acabar con ellos. Los agricultores aseguran que, en unos días, empeorará de nuevo la situación, en cuanto empiece la campaña de molino, es decir, la recogida de la aceituna para aceite que también tiene un precio elevado.
Cinco toneladas de aceitunas robadas
A estas alturas calculan que los ladrones se han llevado más de cinco toneladas de producto. No obstante, según informó la alcaldesa de Arahal, Ana María Barrios, sólo hay interpuestas 12 denuncias «y tres de ellas se han esclarecido», acabando con la detención de los responsables. En este sentido, los agricultores aseguran que las denuncias no se corresponden con la realidad «porque seguimos teniendo dificultades a la hora de poner la denuncia, vamos a la policía y nos mandan al cuartel de la Guardia Civil que tiene un horario de oficina muy limitado, solo por la mañana. Estamos en plena campaña, si a lo robado se suma el tiempo que perdemos en denunciar para no conseguir nada, la situación empeora».
Con la puesta en funcionamiento de estos drones se pretende intensificar la vigilancia y que, de esta forma, se disuada a los ladrones y consigan erradicarse los robos. Para la alcaldesa, el vuelo de los drones ha tenido resultados positivos «y lo estamos consiguiendo entre todos». La primera edil destacó que las medidas tomadas han llamado «la atención a nivel nacional viniendo televisiones para informarse del vuelo del dron. Hemos enviado el mensaje de que la vigilancia es mayor que en otros lugares».
Los agricultores insisten en una guardería rural
No obstante, los agricultores se sienten decepcionados porque, aunque la seguridad cien por cien no existe, «sólo pedimos añadir más ojos al campo para poder descansar». No cesan en su empeño de instaurar una guardería rural que trabaje todo el año con el apoyo del Ayuntamiento, y como planteamiento les recuerda a los gobernantes la importancia económica y social de la agricultura en el pueblo que ostenta el honor de ser la cuna de la aceituna de mesa por la calidad y cantidad de producción de aceituna manzanilla y gordal.
Después de echar la jornada laboral en las tierras y llevar la aceituna a puestos y cooperativas, la mayoría de los agricultores ayudados por sus familias, hacen diariamente guardias por los olivares que faltan por recoger. Así llevan desde principios de la campaña que este año empezó con dos semanas de antelación porque la falta de lluvia había adelantado la maduración del producto.
