Demasiado corazón, demasiado corazón (Willy Deville 1993)

Hoy, todo el mundo va por la calle en ropa de deporte, ya sea de marca o del mercadillo. Señal de que se está activo. Unos van a andar y presumen de los kilómetros que llevan hechos. ¿Y tú no andas? Pues no me ves que estoy coja, habría que decirles…Otros hablan maravillas de los gimnasios-ahora tienen otro nombre-y alardean de que el suyo es el mejor, aunque solo aparecieron por allí el día de hacer la matrícula.

Nada, que sea como sea hay que estar activos, porque como dice el refrán «quien mueve las piernas, mueve el corazón», Pero también hay otro que nos dice «mens sana in corpore sano», que es latín, pero que para tener sentido común no hay que haberlo aprendido.
Yo estoy por el deporte, por llevar una vida sana, una dieta saludable-mediterránea, mejor-pero sin pasarse, que cada uno debe medir sus aptitudes y posibilidades, que como pasa en medicina, lo que te viene bien a ti no tiene por qué ser bueno para mí.

Si hablamos de la mente, refiriéndonos a la frase en latín-mens- diríamos que hay que ocuparse un poco de ella y hacer ejercicio, también a diario, para que luego no tengamos que preocuparnos. Hay que ver la de enfermedades mentales que están saliendo ahora. Lo mismo es que hemos descuidado un poco nuestra cabeza, todo el rato pensando en nuestro cuerpo, en nuestra apariencia…y a base de estar sanos, algunos hemos perdido el norte y nos hemos contraído una enfermedad mental.

Yo creo que habría que buscar un equilibrio entre ambas cosas, no vaya a ser que perdamos también “el alma” y arrastremos, como un fantasma la presión de estar en forma ya sea joven o vieja. Hay que pararse un rato a pensar, descansar la mente, ejercitarla y practicar la tolerancia y el altruismo, sin exagerar tampoco: no queramos ahora echarnos todos en brazos de una ONG y embarcarnos en la primera flotilla que salga.