Carmen es una escritora incipiente a la que le gusta relatar en primera persona. Por eso, cuando uno de sus relatos Misa de Difuntos es premiado en un concurso…Los nombres de los protagonistas se vuelven contra ella. Fue un acto de vanidad absoluta. Carmen se siente acosada por los familiares y decide encerrarse en el piso de la playa: Quién mató a mi abuela. 4/8/2021. En la segunda parte, Vienen a por mi. 2/11/2022, Carmen recuerda a su abuela, desde la residencia a dónde cree han venido a buscarla. En esta tercera parte, Con esta y otra vez ya son dos veces, cree que ya están ahí y que no podrá evitar la tragedia.

El día que lo vio en el comedor, no sabía dónde meterse. Carmen estaba segura de que de algo le conocía. Su primera reacción fue agachar la cabeza pero los demás días, ¿qué haría para que no la viera?

Carmen comenzó por perder el apetito a la hora del almuerzo. Decía unas veces que se encontraba mal y otras que estaba desganada. Así se llevó casi una semana.No le dijo nada a su hermana por temor a que pensara que estaba loca.

-Carmen, ¿y ese color de pelo que te has puesto?

-Ha sido Luisa, la peluquera, que dice que me hace más joven.

-Y tanto. ¡Si te has puesto el color de la berenjena!

-Bueno, ¿y a quién le importa como lleve yo el pelo?

-No, si te favorece un montón…

-Lo que yo digo, así no parezco la misma.

-Desde luego que como no te conozca bien, no sabes que eres tú.

-De eso se trata…

-¿Carmen?

-Nada, Pepi, que si no te gusta no me lo pongo más.

-Tu ponte lo que quieras. ¡A estas alturas de la película!

-Si me viera mi Antonio…

-Mira, hermana, tu Antonio está bien a donde está.

-No si yo no digo ná, pero que no me hubiera dejado ponérmelo, ni yo me hubiera atrevido desde luego. Con tal de no ver la cara que pondría…

-Así te ha ido. Toda tu vida al son que te tocaba…

-¿Sabes una cosa? Le echo de menos. Si estuviera aquí, me hubiera librado de tener que encontrarme con el nieto de la Paquita, el del Chorro.

– ¿Y tú dónde lo has visto?

-Creo que está en la Residencia. Lo he visto algunas veces a la hora de comer.

-¿Y por eso dices que ya no te gustan las comidas de aquí?

-Bueno por eso y por no ver a los viejos cómo se les cae la dentadura en el plato cuando ponen carne…

-Carmen, yo creo que ese hombre ya murió. ¿No había vuelto de Inglaterra? Pues después dicen que en el campo, un mulo le dio una patada y lo dejó en el sitio.

-Pues a mi se me aparece.

-Anda ya, mujer. Eso no puede ser.

Mi hermana se cree que yo soy tonta, pero cada vez que entro en mi cuarto, noto como si alguien me siguiera. Estoy segura que me espía. ¿Y si ha entrado en la Residencia disimulando, como si estuviera mal de la  cabeza y no lo estuviera, que viniera a por mi?

Desde luego, yo tuve poca vista cuando aquel día en que volvía al pueblo se me ocurrió darle un libro a Miguel. Como me dijo que era nieto de Miguel, aquel primo de mi padre, yo me entusiasmé y le regalé el libro que llevaba. Y encima se lo dediqué. Yo creo que ya sabía que yo había puesto lo de mi abuela, porque se fue derechito al capítulo de Misa de Difuntos y me dijo:

-Ya lo leeré despacio.

Creo que su familia también se había venido a Sibilia o a Tres Primas, no recuerdo bien. Yo sé que su hermana vivió un tiempo en Qualat.

-¡En cuanto pueda me largo de aquí! A ver si voy yo a pagar por haber escrito lo que todo el mundo sabía. Mi prima me dijo que ella tenía más datos y me mandó una copia del cuaderno que usaba la hermana de mi abuela, porque ella escribía romances. Y cuando mi abuela murió, bueno, la mataron, escribió unas coplillas de cómo pasó todo aquello. Ahora va y dicen que nadie se acuerda de aquello. ¡Será que nadie quiere acordarse! Porque las familias eran muy conocidas en Bruna. Y de aquello nadie dice ni mú. Como decía mi padre Tiempos pasados venidos a la memoria, dan más penas que gloria.

-Ahora que mi tía no tuvo ningún cuidado en ir a la misa del que mató a mi abuela, como era tan cumplida…

-Ayer estuvo aquí tu hija ¿no, Carmen? – Las palabras de su hermana la devolvieron a la realidad.

-Si, ayer le tocaba a la Chari.

-¿Y qué se cuenta?

-Pues parece que está contando los días, porque la obra no parece que vaya a terminarse nunca. Dice que han tenido que parar porque el manijero está de baja. Ha tenido un esguince…como si no hubiera más gente eseandito trabajar…

-Carmen, he notado que hablas de otra manera, que ahora usas palabras antiguas y expresiones de Bruna, esas que ya habíamos olvidado cuando llevábamos dos días en Sibilia.

-Es que en estos momento empiezo a recordar cosas. Y ese hombre, el del Chorro, no deja de mirarme.

-A lo mejor es que te ha salido un pretendiente, hermana.

-Si hombre, para eso estoy yo ahora. Que estoy hecha una facha

¡Qué larga se me hace la tarde aquí metida! No quiero salir de mi habitación. Menos mal que me han quitado a la compañera, que no hacía más que incordiar…porque yo me hice la valiente y dije que nanai, que no. Y cogí un berrechín…Hasta que no se la llevaron no paré.

Por fin se han llevado a la pesada esa que no paraba de chillar por las noches y de llamar a su madre.¡Como si fuera a venir a por ella!

Menos mal que yo me puse farruca y…¿qué oigo? Parece que se está moviendo el pomo de la puerta. Yo estoy segura de haberla cerrado bien por dentro…Y he dejado la cerradura echada. Es imposible que nadie pueda entrar.¡Ay, dios mío! ¿Y si es el del Chorro? ¿Qué querrá? Nada bueno, seguro. Voy a llamar al botón. No, que luego dicen las muchachas que son imaginaciones mías.

-Carmen, como usted ha inventado muchas historias, al final ha terminado por creérselas.

-No, hija, no. Que esto lo estoy viendo con mis propios ojos.

Al final creerán que no estoy buena de la cabeza. ¡Siempre pasa igual! Cuando chica, nadie me tenía en cuenta. Decían que tenía la cabeza llena de pájaros, que me inventaba las cosas. Si, lo que me estaba pasando a mí era verdad, pero, ni mis padres me creían. Y siguió pasando. Pasó lo mismo con Antonio, decía que yo tenía muchas fantasías y como tampoco me hacía caso, me puse a escribir historias. Lo que pasa es que conté algunas que eran verdaderas, y me salió el tiro por la culata.

Maestra, especialista de francés. Titulada por la Escuela Oficial de Idiomas, colabora en La Voz de Alcalá desde el año 2003 y en el periódico local 'La higuerita' de Isla Cristina desde el año 2010....