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España se prepara para el próximo cambio de hora de invierno, que tendrá lugar en la madrugada del sábado 25 al domingo 26 de octubre de 2025. A las 03:00 horas, los relojes deberán atrasarse hasta las 02:00 en la Península y Baleares, mientras que en Canarias el ajuste se producirá a las 02:00, pasando a ser la 01:00.
Con este movimiento, el país dejará atrás el horario de verano para entrar en el de invierno, una medida que cada año busca adaptar la jornada a las horas de luz natural, fomentando el ahorro energético y la eficiencia en la organización social y laboral.
El cambio de hora no es nuevo. España lo aplica de manera regular desde 1974, tras la crisis del petróleo, aunque tiene antecedentes anteriores. Su regulación actual responde a una directiva europea y al Real Decreto 236/2002, que establece la obligatoriedad de armonizar los ajustes horarios con el resto de los países de la Unión Europea.
En los últimos años, el debate sobre la utilidad de esta práctica se ha intensificado. Aunque en la Unión Europea se planteó poner fin a los cambios de hora estacionales a partir de 2025, finalmente España ha decidido mantenerlos al menos hasta 2026, siguiendo lo dispuesto en la normativa vigente.
El retraso de los relojes supondrá disfrutar de más luz solar por la mañana, aunque también oscurecerá antes por la tarde. Este ajuste suele generar opiniones encontradas entre la población: mientras algunos lo ven útil para aprovechar mejor la luz natural, otros critican sus efectos sobre el sueño, la salud y los hábitos cotidianos.