- El papa Francisco se encuentra en estado crítico tras una crisis respiratoria
- El Vaticano confirma que el Papa padece neumonía bilateral
El papa Francisco continúa hospitalizado en el Policlínico Gemelli de Roma, donde sigue recibiendo tratamiento médico tras ser diagnosticado con una neumonía bilateral. En un mensaje difundido por el Vaticano durante el rezo del ángelus de este domingo, el pontífice expresó que «continúa con confianza» su hospitalización y destacó la importancia del descanso como parte de la terapia. Además, agradeció al personal sanitario por su dedicación y mostró su gratitud por los mensajes de apoyo recibidos, especialmente de niños de todo el mundo.
El estado de salud del papa, de 86 años, se agravó el pasado sábado cuando sufrió una crisis respiratoria asmática prolongada que requirió la administración de oxígeno de alto flujo. Además, presentó trombocitopenia, una disminución de las plaquetas en sangre asociada a la anemia, lo que hizo necesarias transfusiones de sangre. Aunque el pontífice permanece «alerta» y pasó el día sentado en su sillón, experimentó «más molestias que el día anterior», según el último parte médico.
La oficina de prensa del Vaticano ha mantenido la reserva sobre su estado de salud, señalando que «el papa no está fuera de peligro» y que su pronóstico continúa siendo crítico. Desde su ingreso el 14 de febrero, el pontífice ha seguido un estricto tratamiento médico, aunque el Vaticano ha optado por limitar sus apariciones públicas para permitirle un mayor descanso.
Mientras tanto, las actividades del Vaticano prosiguen con normalidad. Este domingo, en el marco del Jubileo, se llevó a cabo la misa dedicada a los diáconos en la basílica de San Pedro, presidida por Rino Fisichella, pro-prefecto del Dicasterio para la Evangelización, en sustitución del papa Francisco.
