Hace no muchos años, por fechas como estas, yo, en esta misma ventana al mundo, maldecía y me indignaba con el opiáceo efecto que la Selección Española de Fútbol, pues parece que ha dejado de ser «La Roja», tenía sobre el anestesiado pueblo, saturado de circo y con poco pan.

Ahora, tras tanta catetada impúdica, tras años de bochornosa exhibición de un orgullo que nunca acabé de entender, desterrado nuevamente el patriotismo barato de las caras pintadas y los cánticos facilones, los millonarios futbolistas que desilusionaron a gran parte de la población, vuelven a España por la puerta de atrás, sin dar la cara y sin ofrecer consuelo a las masas a las que prometieron cierta gloria efímera.

Dijo Fernando el Católico al respecto de España: «La Nación es bastante apta para las armas, pero desordenada, de suerte que solo puede hacer con ella grandes cosas el que sepa.». El problema es que no tenemos la suerte de encontrar eso, alguien que sepa; y ojo que no hablo de fútbol, maldito sea el menor de nuestros problemas. Hablo de fiscales cobardes que le hacen el trabajo a abogados defensores. Hablo de políticos más cobardes aún, que son monárquicos de toda la vida y parece que defenderían a Juanqui con la propia.

Hablo, no sin cierto asco, del aforamiento de marras… Hablo de que a diario se nos pasan mil oportunidades de dejar de ser borregos, como ya nos ocurrió en la Transición, el momento más vergonzosamente idealizado de nuestra historia reciente.

Al menos el rey Fernando, además de su fé y una mujer que lo llevaba más derecho que una vela, tenía sus desordenados y belicosos soldados, sus valientes e incultos hombres que daban la vida nadie sabe bien a cambio de qué… Nosotros ya no tenemos ni un irracional impulso de dignidad, ni siquiera en el balompié, que era algo que se veía venir.

Lo mejor es que los logros deportivos, matizo, deportivos, no futbolísticos, van a ser menos cada día, porque a Montoro, ese iluminado que contribuye a desgobernarnos, no se le ha venido otra cosa a su iluminada mente que atacar el plan ADOP; como si ser deportista paralímpico en España fuera fácil, una ayudita…

En este desolador panorama aparece una metáfora del patriotismo efímero y el valor. El Gobierno no considera buena idea añadir testículos a un león del Congreso de los Diputados… Pues eso, sin gónadas por la vida, y encima no sé si redondea la paradoja el hecho de que el animal sea de factura hispalense y de nombre Daoiz… Que cruel es la valentía a veces.

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Técnica Superior en Integración Social, Graduada en Trabajo Social, Especialista Universitaria en Mediación, Máster Oficial en Género e Igualdad. Actualmente Doctoranda en CC. Sociales; investigadora...