En una rueda de prensa cargada de sinceridad y matices, Matías Almeyda analizó la actualidad del Sevilla FC con su estilo directo y pausado. Desde la cancelación del partido en Miami, pasando por las bajas sensibles del plantel, hasta la búsqueda constante de una identidad sólida en el equipo, el entrenador volvió a demostrar que prefiere centrar su energía en el césped y no en los despachos.
Sobre la cancelación del partido de LALIGA en Miami, Almeyda fue claro y cortante. «No tenemos que meternos nosotros en ese tema», señaló, subrayando que su función es entrenar y no discutir decisiones institucionales. «España tiene una liga en la que muchos quieren estar, lo tiene todo. No creo que necesite ir a jugar a otro país», afirmó, dejando una frase que resonó como un dardo hacia quienes promueven la internacionalización de LaLiga. Con una metáfora muy suya, añadió: «Si voy a la carnicería y le explico cómo cortar la carne, el carnicero me dirá: ‘¿fuiste carnicero?’». Almeyda dejó claro que no piensa gastar energía en polémicas fuera de su control.
El técnico reconoció que algunas ausencias pesan. «Son jugadores importantes en nuestro grupo», admitió, aunque insistió en que el equipo debe responder con carácter y trabajo. Sobre Nianzou, confía en recuperarlo pronto: «Lo viene haciendo individualmente, esperemos ya la semana que viene poder contar con él». En cuanto a Joan Jordán, explicó que necesita ritmo competitivo tras algunos contratiempos físicos. «Tenemos un grupo con diferentes características e intentaremos poner a jugadores que lo van a hacer bien», recalcó, reafirmando su fe en la colectividad como motor de energía y compromiso.
Preguntado por la identidad del Sevilla, Almeyda insistió en que el proceso es largo y requiere paciencia. «Es un proceso que lleva tiempo. Estamos novenos, como gran parte de la liga, buscando esa línea de regularidad que permita sumar puntos y crecer». Reconoció avances, pero también errores recurrentes: «Donde corriges una cosa, aparece otra. Es fútbol. Todos queremos tener la regularidad al empezar, y es lo más difícil de conseguir». Su mensaje fue claro: el equipo está en camino, aunque aún falta estabilidad para alcanzar su mejor versión.
Cuestionado por las comparaciones con García Pimienta, el argentino evitó entrar en valoraciones personales: «No puedo hablar de lo que pasó, porque no estuve. Si hay un punto más, es porque hay un puntito más de mejora». Almeyda volvió a poner el acento en la constancia: «Vamos en esa levantada. Arrancamos el torneo sin el plantel cerrado, pero seguimos trabajando con energía y humildad».
De cara al próximo duelo, Almeyda destacó la calidad del rival: «Tienen menos puntos de los que deberían. Es un equipo con muy buenos futbolistas y un sistema de juego sólido». Recalcó que en LaLiga «todos los rivales son difíciles» y que la clave será imponer el propio estilo: «Debemos realizar nuestro juego y evitar las virtudes del rival. Cada partido exige una energía distinta y una identidad clara».
Matías Almeyda sigue firme en su idea: el equipo debe construir su identidad desde el trabajo diario, encontrar la regularidad y no distraerse con debates externos. Su mensaje es tan transparente como contundente: toda la energía debe estar puesta en LaLiga, donde —según él— ya está todo lo que el fútbol necesita.
