El programa Libre y Directo ha adelantado que el grupo llamado «Tercera Vía», liderado por Antonio Lappi y Fede Quintero, ha presentado una oferta formal por las acciones del Sevilla FC. Se trataría de una propuesta destinada a adquirir una participación mayoritaria que modifique el control del club hispalense, aunque el desenlace dependerá de la voluntad de los actuales accionistas y de las condiciones que acompañen dicha oferta.

Origen del proyecto «Tercera Vía»

Desde hace meses, en los círculos del sevillismo se baraja la existencia de un plan alternativo al de los inversores foráneos: la llamada «Tercera Vía», encabezada por Lappi y Quintero, sevillanos con conexiones dentro del club. La idea, adelantada por Libre y Directo, es que una oferta local —con conocimiento de la idiosincrasia del Sevilla— pueda tener más legitimidad que propuestas externas.

Ambos hombres tienen trayectoria empresarial vinculada a la ciudad y buscan encabezar un nuevo liderazgo en el club, apelando al sentimiento del Sevilla y al respaldo de la afición.

Detalles conocidos de la oferta

Según la versión publicada, la oferta presentada por Lappi y Quintero se dirige a las familias accionistas de mayor peso (Del Nido, Carrión, Guijarro, Castro, Alés) y al paquete restante controlado por inversores externos como A-CAP.

Se dice que podrían estar dispuestos a asumir no solo el pago de dichas acciones, sino también la deuda y compromisos financieros del club, elevando la complejidad del pacto.

Según fuentes cercanas consultadas, se cita una horquilla estimada de precio por acción entre 2.500 y 2.800 euros, lo que implicaría que solo la compra de acciones rondaría los 250 millones de euros, sin contar la deuda —lo que elevaría la operación a más de 400 millones en conjunto.

No obstante, algunos accionistas ya han indicado que las condiciones exigidas son elevadas y que existe margen de negociación para alinear expectativas.

Obstáculos y resistencias esperadas

La operación no es sencilla. Entre los principales escollos:

  • El pacto de gobernabilidad vigente hasta diciembre de 2027 entre los actuales accionistas, lo que complica cambios inmediatos en el control.
  • Las exigencias de algunos accionistas que consideran que la oferta no refleja el valor real del Sevilla.
  • La necesidad de transparencia en auditorías, valoración de deuda y garantías legales que deben acompañar la oferta para que sea creíble.
  • La competencia de otras propuestas también presentadas al club: según los medios, ya serían seis en total las ofertas que han llegado por distintos grupos e inversores.

Reacción del entorno sevillista

La llegada de una propuesta encabezada por nombres locales como Lappi y Quintero genera expectativas en un sector de la afición que reclama que el Sevilla vuelva a estar en manos de sevillanos conscientes del valor simbólico del club. En ese sentido, la «Tercera Vía» busca dotarse de legitimidad más allá del mero capital.

Figuras ligadas al club han mostrado cautela, pero también apertura. Por ejemplo, el exdirector deportivo Monchi ha expresado que otorgaría credibilidad al proyecto si las condiciones acompañan.

Otros accionistas consultados, sin embargo, parecen más reticentes, prefiriendo analizar con detenimiento la letra pequeña que acompañe la oferta.

Escenarios posibles y plazos

A corto plazo, lo más probable es que esta oferta entre en una fase de tanteo y negociación: los accionistas pondrán sobre la mesa contraofertas, peticiones de mejoras y condiciones adicionales. Ese período puede alargarse varios meses, incluso hasta final de 2026, antes de que haya una decisión firme.

Si las partes logran acercar sus posturas, el siguiente paso sería convocar una Junta General Extraordinaria para aprobar el cambio accionarial y la reconfiguración del órgano de control del Sevilla.

Pero también cabe el escenario de que la oferta no supere las votaciones internas o que no logren sumar los porcentajes necesarios para el control mayoritario. En ese caso, el proyecto liderado por Lappi y Quintero podría quedar como una apuesta frustrada que debilite su posición frente a otras candidaturas.