Los jugadores durante un entrenamiento. - Sevilla FC

El Sevilla FC llega al duelo ante el Mallorca con el viento favorable después de su contundente victoria 4‑1 sobre el FC Barcelona, que ha reforzado la moral y las expectativas. El Mallorca, por su parte, es el auténtico colista con solo cinco puntos después de ocho jornadas, y vive al filo de una crisis que exige una reacción inmediata. Mañana en el Ramón Sánchez‑Pizjuán, la reafirmación sevillista y la urgencia del Mallorca definirán un duelo cargado de presión para ambos.

El Sevilla ha conseguido estabilizar su rendimiento: en estas primeras ocho jornadas ha logrado 13 puntos, con 4 victorias, un empate y 3 derrotas. Además, su registro goleador suma 15 goles a favor y 11 en contra. La victoria ante el Barcelona no solo relanza la confianza, sino que obliga a mantener el nivel. Para el Sevilla, la recuperación pasa por no relajarse, aprovechar su fortaleza como local y asegurar los tres puntos ante un Mallorca débil.

Los de Jagoba ocupan la vigésima posición con 5 puntos, producto de 1 victoria, 2 empates y 5 derrotas. Tienen además una diferencia de goles negativa, marcando 7 y encajando 13. La situación obliga al conjunto balear a sobreponerse a la presión, a ajustar aspectos defensivos y confiar en algo más que la suerte. Como colista, su reto es reaccionar ya para evitar que la distancia respecto a los puestos de salvación crezca demasiado.

En los enfrentamientos directos y en los últimos partidos, el Sevilla ha mostrado mayor eficacia. En la temporada actual, el Sevilla promedia cerca de 1,88 goles por partido, mientras que el Mallorca anda por 0,88. Además, el Sevilla tiene mejor posesión, disparos por partido y también mayor número de ocasiones. El Mallorca, por su parte, ha tenido dificultades especialmente como visitante. Esta desigualdad refuerza la expectativa de que el Sevilla domine territorialmente, pero el Mallorca suele intentar defender con orden ante adversarios fuertes.

El estadio Ramón Sánchez‑Pizjuán será clave. El Sevilla, ante su público, busca imponer ritmo, apretar, generar ocasiones desde el inicio y demostrar autoridad. La presión que el Sevilla transmite como local es una de sus mejores armas. El Mallorca, en cambio, se verá obligado a soportar, evitar errores inmediatos y mantener la compostura si no quiere encajar pronto. Si el Sevilla es capaz de abrir la lata, la presión sobre el Mallorca se intensificará, lo que podría abrir bastante el partido.