El portero Frode Olsen antes de un partido con el Sevilla FC
El portero Frode Olsen antes de un partido con el Sevilla FC

El Sevilla FC recibió hace unas semanas un mensaje que pocos esperaban. Procedía de Frode Olsen, el portero noruego que defendió la meta nervionense a finales del año 2000 hasta el año 2002. En su correo, Frode preguntaba cómo podía comprar una entrada para el Sevilla-Barça y, con humildad, si alguien en el club recordaba que él había sido guardameta del equipo. La respuesta no tardó en llegar: Frode no solo fue recordado, sino también invitado de honor al estadio. Así comenzó una historia que emocionó a todos los sevillistas.

El regreso de Frode al Sevilla FC fue recibido con cariño y sorpresa. Muchos aficionados aún recordaban su carácter sereno bajo los palos y su profesionalidad en una época complicada para el club. El portero noruego, que disputó más de 26 partidos oficiales, regresó a un Sánchez-Pizjuán muy distinto al que conoció, pero con la misma pasión en la grada. Su condición de invitado especial fue un gesto que honró la historia del club y su relación con los jugadores que dejaron huella.

Un invitado que se sintió en casa

Durante el encuentro ante el FC Barcelona, Frode disfrutó del ambiente desde el palco y se mostró emocionado por el recibimiento del Sevilla FC. Saludó a antiguos empleados, y posó con aficionados. Para el club, fue una oportunidad de reforzar el valor de su historia y mantener vivo el vínculo con quienes la construyeron.

La historia de un vínculo que perdura

Lo que comenzó como un simple correo electrónico terminó convirtiéndose en una de esas anécdotas que reflejan el alma del Sevilla FC. Frode, el portero que un día defendió con orgullo la camiseta blanca y roja, volvió a ser protagonista, esta vez como invitado y símbolo de gratitud. Su historia recuerda que en Nervión nadie queda en el olvido, y que el club sigue siendo, para muchos, un hogar al que siempre se puede regresar.